El ocaso de las divas adolescentes
El Sueño Frustrado de una Princesa.
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Muchos no crecimos en un mundo rosa con unicornios, hadas, vestidos de tul y un príncipe que nos enamore con una canción, (aunque confieso que voy al karaoke de tanto en tanto para ver si me enamoro), pero estoy seguro que reíste con las gemelas malvadas que le hacían de todo a su futura madrastra, la pequeña Lindsay Lohan haciendo un doble rol protagónico a los 12 años.
¿Qué sabemos de ella ahora?, si no ha sido sentenciada nuevamente a rehabilitación, se publicaron alguna de sus tan conocidas borracheras.
Lizzie, quién después se convirtió en Hilary Duff, para muchos seguirá siendo la caricatura animada que dice las cosas que piensa y que no se anima a decir, a demás de un par de “más barato por docena”, la “Nueva Cenicienta” obviamente antes de que aparezca Selena Gomez, y unos discos que han quedado al fondo del cajón, se quedó embarazada y desapareció el mapa.
Las nuevas generaciones de princesas como Demi Lovato, quién después de “Rascacielos” subió tan rápido a ser jurado de la versión yankee de The X Factor, con un éxito tan banal que para llegar a ser noticia debe estar incluida en la misma frase Britney Spears, capaz que ahora Paulina Rubio, o llamarlo al surcoreano PSY para que en medio de un baile del caballo diga que su música no inspira, y aunque no sea un seguidor del “Gentlemen” le doy toda la razón.
Selena fue tapa de todos los diarios y revistas teens habidos y por haber, aunque tenga una voz encantadora y sea una excelente actriz, su fama se debió más a nuestra futura “coming out story” el ahora mayor de edad Bieber. Cuando la versión renovada de “Justin vs Britney” llega a su fin, esperamos el canadiense grabe al mejor estilo Timberlake “Cry me a river” y Gomez se consagre con una balada tal “Everytime”.
Miley Cyrus , intentó hacer el salto de princesa Disney a estrella del pop y al parecer se cayó en el medio. En sus primeras presentaciones parecía que Hannah Montana le hubiese pedido prestado un vestido a Beyoncé, sin pensar que necesitaría una costurera para que le haga un par de pinzas. Por si eso no fuera suficiente, se cortó el cabello cual hija de Safo de Lesbo recién salida del horno, y al parecer busca membrecía para el club de Lindsay, Paris y otras tantas más.
¿Qué les pasa a las princesas? Quizá somos nosotros, no aceptamos que ya crecieron y que como cualquiera se toman unas cañitas por ahí.
¿Se cansaron de esperar al príncipe azul? Más vale, yo también espero al lobo feroz… Me ve, Me escucha y me come mejor.
