Uno de los gemelos gays de la tienda de cereales es homófobo

GAY Y HOMÓFOBO: ¿Se puede ser ambos? Este vendedor de cereales lo es.

Hay una tienda en Londres que es todo un regalo para los fans de los cereales. El Cereal Killer Café es una cafetería que vive de la nostalgia de cuando éramos pequeños y nos tomábamos nuestra leche con cereales tan felices como unas pascuas. Ellos han querido reunir la máxima cantidad de sabores y colores diferentes, llevando cereales especiales de todas partes del mundo y de momento tienen éxito, aunque no les han faltado las críticas: el precio es abusivamente caro.

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Los dos propietarios son los hermanos Keely, dos gemelos idénticos y abiertamente homosexuales que han vivido con estupor y dignidad las críticas y el éxito obtenido. Pero la polémica no llama solo una vez, y en esta ocasión nos encontramos con que uno de los gemelos la ha liado parda con una columna que tiene en la revista británica LGBT 'Gay Times'.

Los hermanos Keely crecieron en Irlanda del Norte y luchan por los derechos de los homosexuales, pidiendo la legalización del matrimonio gay en el país de Nadine Coyle y todo. Pero no fue un camino fácil y Gary Keely ha querido hablar abiertamente y sin tapujos de lo que sentía y, a veces, siente, respecto a los homosexuales como él:

"En Irlanda del Norte crecimos con dos religiones: los católicos  y los protestantes. Pero si algo tenían en común esas dos religiones era el odio más bestial a los homosexuales. Cuando era joven, me tenía que encerrar en clubes gays con las ventanas tintadas porque siempre había gente esperando para dar una paliza a los homosexuales que salieran de ahí".

Lo duro viene cuando reconoce que hoy no le apetece besarse con su novio en público y que, de hecho, le parece algo asqueroso. Prefiere darle un abrazo amistoso y así no levantar sospechas entre las personas que haya en el lugar en el que se encuentren. Reconoce que cuando salió del armario se pasó al lado más radical y llevaba tops enseñando el ombligo e incluso travistiéndose, aunque ahora siente que no era lo suyo. Y suelta comentarios tan polémicos como el siguiente:

"La homofobia no me afecta porque yo no me veo como un hombre gay, sino como un hombre que da la casualidad de que es gay".

Vamos, que nos encontramos ante un gay homófobo que lo reconoce abiertamente. Es un poco triste ver que lo reconoce y no hace nada al respecto, cuando sería un buen ejemplo para ver que se puede salir de un entorno homófobo y ser abiertamente gay sin tener problemas con que dos hombres se besen en público. Que estamos en 2016 y el que nos trae Gary no es el mejor mensaje que dar a los jóvenes gays que no saben si salir del armario en su entorno más cercano.