Britney Spears cumple 30 años

 



 

Hoy hace 30 años que Kentwood, Louisiana, vio nacer a una tal Britney Spears. Nadie podría imaginarse que esa niña se convertiría en una de las celebridades más importantes de la historia, un icono pop y en toda una influencia para una generación.

Es un hecho que Britney ya no es la de antes. Su confirmada bipolaridad es una enfermedad que la podría haber llevado a la muerte, pero ahí la tenemos, sacando discos y singles como si nada hubiera pasado. Muchos creemos que debería parar, porque, let's face it, ya no es la que era. Nuestro lado egoísta no quiere que pare, porque su música es lo único que nunca ha fallado. Todos los haters, esos comentaristas amargados que se esconden tras su teclado para insultar a otros artistas con tal de defender los suyos, se lo han pasado bomba riéndose de su posible muerte en 2008 y de lo desgastada que está ahora. Otros fans, ciegos como ellos solos, fingen que no ha pasado nada y creen que Britney baila como siempre.

Pero lo importante es que si Britney hubiera dejado el mundo de la música tras 'Blackout', nadie podría toserle nada. El problema es que decidió seguir sin tomarse un verdadero descanso, uno de esos de: me voy lo más lejos posible y me renuevo por dentro y por fuera. 'Circus' y 'Femme Fatale' son dos álbumes maravillosos, llenos de temas pop que jamás serán nominados a los Grammy porque es Britney, pero carentes de implicación real por ella.

Britney Spears cumple 30 años y lo puede hacer con la cabeza bien alta, porque ha sobrevivido a una enfermedad, a una situación mediática que ninguno de nosotros podría soportar, y aún y así, sacó un disco que significó para el pop en USA mucho más de lo que cualquiera podría creer.

Ahora sólo nos queda ser pacientes y esperar que Britney vea que necesita trabajar, bailar, cantar de verdad o, al menos, tal y como lo hacía en 2003.