El Comité Olímpico Internacional actualiza las normas para los deportistas trans
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha introducido lo que dice ser una actualización "monumental" de sus directrices para los atletas trans, supuestamente en un intento de "preservar" la equidad en el deporte femenino de élite.
En la actualidad, el COI permite a los órganos rectores de cada deporte establecer sus propias normas sobre la inclusión de atletas trans. Esta ha sido su política desde marzo de 2022.
Según un estudio del Comité Olímpico Internacional, los deportistas trans podrían estar en desventaja física en algunos aspectos
El Comité Olímpico Internacional revisará la normativa trans en el deporte
Anteriormente, el COI fijaba límites a los niveles de testosterona de las atletas. Sin embargo, esta política de 17 años de antigüedad supuso que a algunas mujeres cisgénero se les prohibiera competir en eventos deportivos femeninos debido a sus niveles naturalmente altos de testosterona. Por ejemplo, las velocistas namibias Christine Mboma y Beatrice Masilingi, a las que se prohibió competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
El COI anunció que modificaría su política en noviembre de 2021, tras una amplia consulta de dos años con un amplio abanico de atletas cisgénero y transgénero. El comité llegó a la conclusión de que su política anterior ponía a todas las atletas en riesgo de tener que "demostrar" su género.
Todo ello condujo a la publicación de las actuales directrices del COI, tituladas Marco para la equidad, la inclusión y la no discriminación por motivos de identidad de género y variaciones sexuales, en las que se establecen 10 principios para ayudar a los órganos rectores a tomar decisiones sobre la inclusión de deportistas trans, basándose en la equidad, la prevención de daños y la ventaja competitiva.
El COI decidió básicamente que no debe presumirse que las mujeres trans tienen una ventaja automática en el deporte cuando compiten contra mujeres cisgénero.
Todo esto nos trae a la actualidad y a lo que el COI dice que es una actualización "monumental" de sus directrices actuales. Publicada en el British Journal of Sports Medicine, la actualización aconseja a los organismos deportivos individuales que consideren por igual la inclusión de los atletas trans, al tiempo que se da "equidad a las mujeres".
También sugiere que se tengan en cuenta las aportaciones de los expertos científicos y médicos, además de las de los defensores de los derechos humanos, a la hora de establecer los criterios de elegibilidad.
La actualización de las directrices establece: "El principio 4 [equidad] reconoce que las organizaciones deportivas pueden necesitar en ocasiones establecer criterios de elegibilidad para competiciones segregadas por sexo con el fin de mantener una distribución justa y proporcionada de las ventajas competitivas entre los participantes.
"También reconoce la especial importancia de avanzar en la igualdad de la mujer en el deporte y preservar una competición justa y significativa para las deportistas de élite, lo que puede requerir criterios que limiten la elegibilidad en algunos casos."
Lo más inclusivo posible
Yannis Pitsiladis, coautor de la declaración y miembro de la comisión médica y científica del COI, declaró a The Mail on Sunday que la actualización es un "avance constructivo".
"Más allá del texto, esta declaración de posición señala un cambio monumental en el modus operandi para unificar la ciencia, la medicina, el derecho y los derechos humanos. Este es el principal logro.
"Y aunque sólo estamos al principio, ahora tenemos la base y la determinación de hacer lo necesario para ayudar mejor a las FI [federaciones internacionales] individuales a desarrollar su propia política basada en pruebas, justa y lo más inclusiva posible."
Los Juegos Olímpicos de Tokio hicieron historia para los deportistas trans. Aunque gran parte de la atención se centró en la levantadora de pesas neozelandesa Laurel Hubbard, que se convirtió en la primera mujer abiertamente trans en competir en unos Juegos Olímpicos, fue en realidad la futbolista canadiense Quinn quien se consolidó en los libros de historia, convirtiéndose simultáneamente en la primera ganadora de una medalla olímpica trans y en la primera medallista de oro olímpica trans no trans, después de que Canadá venciera a Suecia en la final de fútbol femenino.