Se acab贸 la prohibici贸n de la Homosexualidad en las Islas Cook
Las Islas Cook, una democracia parlamentaria autónoma en libre asociación con Nueva Zelanda, ha levantado la prohibición de las relaciones homosexuales.
El Parlamento de las Islas Cook votó el viernes a favor de eliminar la ley que prohibía los "actos indecentes entre varones" y amenazaba con hasta 10 años de cárcel. Aunque la ley nunca llegó a aplicarse, supuso un triunfo histórico para la comunidad LGBTQ de las Islas Cook.
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Poco después de su aprobación, el Primer Ministro Mark Brown tuiteó su entusiasmo por esta hazaña de los derechos humanos:
La anticuada ley se modificará el 1 de junio e incluirá protecciones para las víctimas de abusos sexuales, agresiones, violaciones y otros delitos.
La presidenta de Pride Cook Island, Karla Eggelton, habló con la publicación neozelandesa RNZ y expresó su alivio por la anulación definitiva de la ley.
"Estamos muy agradecidos a todas las personas y organizaciones de nuestra comunidad que han trabajado incansablemente para que esto sea posible", declaró.
"Creo que el mensaje que queremos transmitir a la gente es: abraza a tu amigo, abraza a tu vecino, abraza a tu sobrina, abraza a tu hija, porque ahora somos verdaderamente iguales".
Un borrador de este proyecto de ley se presentó originalmente en 2017 con una gran oposición. Una vez aprobado en 2019, los grupos pro-LGBTQ+ señalaron que el proyecto de ley no despenalizaba realmente la homosexualidad como se había prometido.
Aunque la homosexualidad está despenalizada, el matrimonio gay sigue estando prohibido por la Ley de Enmienda del Matrimonio de 2000. Sin embargo, la despenalización de la homosexualidad es un logro significativo para las Islas Cook. Es una señal del compromiso del país con la igualdad y la inclusión, y contribuirá a garantizar que las personas LGBT reciban el mismo trato ante la ley. También es un paso positivo para la región en su conjunto y se espera que otros países insulares del Pacífico sigan el ejemplo de las Islas Cook.
Actualmente, hay 66 países en el mundo que penalizan las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo, once de los cuales aplican la pena de muerte como castigo.
