Conoce la postura de las tabacaleras respecto a la Ley que nos librará del humo
Las tabacaleras están agitando a las masas para que se rebelen contra la nueva Ley anti tabaco. Pues muy bien, es lo que tienen que hacer como empresa privada, defender su mercado, pero nosotras queremos comentar la entrevista que ha dado hoy a El País el presidente de Altadis, la principal tabacalera que inunda España de humo.
Dominic empieza fuerte y dice que la ley "Es muy poco liberal, injusta porque trata de hacer que los ciudadanos que fuman en los bares sean ciudadanos de segunda clase". Vaya por Dios... Nos parece a nosotros que los ciudadanos de segunda somos los fumadores pasivos que llevamos tragando humo desde que en el colegio nos mandaban a la Sala de Profesores. Los fumadores pasivos que hasta hace poco tiempo han visto cómo era legal fumar en los espacios de trabajo. O los que cuando viajaban en tren, hasta hace muy pocos años, veían como los fumadores que habían comprado una plaza de fumador se iban a la cafetería común a fumar. Era realmente asqueroso.
Ser ciudadano de segunda también es salir a bailar a una discoteca y morir de grima al llegar a casa y oler como un cenicero. Cuando le preguntan sobre si tiene miedo de que baje el consumo contesta: "En Gran Bretaña, que tiene también una ley muy dura, el consumo no ha bajado, simplemente los consumidores han cambiado su estilo de vida. Ya no van a un pub o a un bar, sino que se van al supermercado, compran latas de cervezas y se van a casa a fumar". Claro, parece que el tema está en meter miedo a los hosteleros. Pues querido Dominic, cada vez que vamos a Inglaterra los pubs están repletos de gente disfrutando de cervezas y sidras con un aire limpísimo. Y los que quieren fumar, se salen un momentito a la calle, para no molestar a nadie.
Fumar mata, el acohol y otras muchas cosas también. Si te quieres matar tú, vale, pero no llenes de humo los pulmones de los demás.
Para rematar, plantea la posibilidad de que la ley no se cumpla en España con una justificación de niño de tres años: "Ni el consumidor español ni su sector hostelero están preparados. Y, al final, cuando se hacen leyes tan radicales se corre el peligro de que se ignoren, de que no se cumplan". Entendemos que con esto, lo que quiere, es hacer que la sociedad entienda que la ley se puede transgredir y que la sociedad al final será tolerante con las máquinas de humo. Pues ya adelantamos que estaremos encantados de llamar a la Policía cada vez que veamos fumar a alguien en un sitio protegido por la Ley. Y estaremos encantados de ver cómo pagan multas todos los empresarios que permitan a sus clientes fumar por ignorancia y por querer seguir alimentando un acto social que perjudica de forma directa a los de alrededor.
El colmo es cuando habla de alternativas. Propone instalar cabinas individuales en las que los fumadores puedan meterse a fumar en los bares. Pues eso nos parece mucho más cutre, indigno y humillante que salir un momentito a fumarse el cigarrito a la puerta.
