¿Ha decepcionado Britney Spears con su presentación en Las Vegas?
¿Ha decepcionado Britney Spears con su presentación en Las Vegas?
Es el tema de la semana, el tema del mes: Britney, Britney, Britney. Nadie deja de hablar de ella, pero hay algo que, por mucho que la gran mayoría mundial la quiera, no podemos evitar: su impasividad. Su pasotismo. El poco interés que muestra y los gestos incómodos que la acompañan desde que en 2008 saliera definitivamente del hospital psiquiátrico.
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Ayer el mundo estaba listo para algo grande, pero a decir verdad, nos hubiéramos conformado con poco. Desde luego no con tan poco, pero sí con algo que echamos muy en falta en su entrevista, si se le puede llamar así a esto:
"amazing", "cool", "crazy" o "definetely" son frases que Britney ha repetido más que "baby" en sus canciónes y, desde luego, es el mismo discurso que llevamos escuchando desde hace años (sobre todo en 'X Factor', un programa en el que tenía que juzgar).
Es indudable la decepción que muchas personas sintieron ayer al ver a la Princesa del Pop apretar los labios y mostrarse más incómoda que nunca, mirando a sus fans disfrazados con terror (aunque no le viéramos los ojos, se lo notábamos). Habrá quién lo acuse al hype, a la montaña que se creó en el mes anterior, a la cuenta atrás, etc. Pero está claro que una Britney bien maquillada, con los ojos destapados, con una sonrisa de oreja a oreja y una actitud normal habría convencido hasta al más crítico. Pero no ha sido así.
Un evento de tal magnitud que ha representado todo lo que no queremos de Britney: una macroproducción de la que ella no tiene absolutamente ni idea, un guión pautadísimo, un camino por el que anda de la mano y muy poco lugar para la improvisación.
Reconocemos que aún queda el plato fuerte: la primera actuación en directo de 'Work Bitch', así como la entrevista en plató de 'Good Morning America', el vídeo y, por supuesto, el Album 8, pero hasta entonces creemos que mucho ha de trabajar Britney para que sorprenda de verdad.
You better work, bitch.
