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Lady Gaga se deja la piel en Barcelona por tercera vez

ARTPOP: THE ARTRAVE

 

 

Lady Gaga se deja la piel en Barcelona por tercera vez.

Lo ha vuelto hacer y, cuando se trata de directo, Lady Gaga nunca decepciona. El sábado por poco llena al completo el Palau  Sant Jordi, con más de 17.000 personas coreando su nombre, y la #artRAVE fue una de las noches más explosivas que se podrán recordar, según muchos.

 

 

Gaga lo dejó claro desde el principio: si vienes por los hits, espera sentado. Cantó muchos, casi todos, pero el verdadero peso recayó sobre 'ARTPOP'. Qué más da si el disco no ha vendido lo suficiente, eso no significa que no deba apoyarlo. Nosotros ya opinamos que el disco era muy bueno, dudamos más de sus técnicas de promoción, pero ahí sabemos que influye su discográfica.

Los hits tuvieron una duración muy corta. Es decir, que se saltaba la segunda estrofa y así en 2 minutos los tenía fundidos, porque lo importante era 'ARTPOP', del que lo canta todo menos 'Fashion!'.

 

 

Pero Gaga es un animal de escenario, y se nota que disfruta. Disfruta haciendo lo que otras pop stars sufren a diario. Disfruta recibiendo camisetazos en la cara, cuando la pasarela se le llena de peluches, los gritos a media balada de algún fan histérico... Lo disfruta y se nota. De hecho, apenas 15 minutos tras empezar el concierto se lanzó directamente al público, así, sin protección. Sus fans la agarraron, manosearon, abrazaron, y luego seguridad la sacó. Pero ella se tiró, y no lo pasó mal en absoluto. Imaginamos que la adrenalina que otros usan tirándose de puentes ella lo focaliza en darse un baño de multitudes peligroso pero adictivo.

También disfruta cogiendo a alguien del público y haciéndole feliz. En esta ocasión subió a un chaval al que le cantó 'What's Up' de 4 Non Blondes abrazada a él el 100% del tiempo y luego sentó a su ladito para esa horrible versión de 'Born This Way' de la que no criticamos que sea balada, sino que sea incantable. Esperamos recupere una versión más épica para su siguiente tour.

 

 

No sabemos cómo trata al resto de ciudades, pero Barcelona puede quedarse contenta: la Mother Monster mencionó más veces el nombre de la ciudad que cualquier otra. Cantó el estribillo de 'Alejandro' cambiando la letra: "Barcelona, Barcelona, Barça Barça Barcelona, Barça Barcelona..." aunque esta vez no hubo camiseta del equipo de Gerard Piqué.

Los interludios siguen siendo, eso sí, su punto flaco. Si en sus anteriores tours eran pésimos, no han mejorado mucho. La espera hasta que Gaga se cambia (relativamente corta) se hace tediosa, con músicos alargando finales, canciones malas (Cake Like Gaga, Ratchet, Partynauseous) siendo la banda sonora... Una decepción. No hay que comparar, pero no hay nadie como Madonna a la hora de realizar interludios.

 

 

Si hay un tema que Lady Gaga mimó fue su primer single. 'Just Dance' tiene una de las versiones más épicas, emocionantes y fieles a sus orígenes, convirtiéndola en una verdadera celebración del éxito y de la fiesta. Una lástima que las menciones a 'Born This Way' se limiten a la versión ya mencionada y a unas pocas notas de 'The Edge of Glory' y 'Judas' en apenas 2 minutos.

Lady Gaga volvió a hablar. Y mucho. Hay momentos en los que piensas ¿hace falta que hable tanto? Con razón el concierto se alarga hasta las 2 horas y media. Aún y así, y conociendo a su fan medio, el concierto es una verdadera reunión casi sectaria en la que todo lo que dice la Mother Monster va a misa. Soltó algunos tópicos tipo "Uy Barcelona, me inspiráis mucho, a ver si hablo de vosotros en mi nuevo disco" y demás referencias para el aplausó general. Mención aparte la temática LGBT y artística, con cosas como "si eres artista en Barcelona, sólo necesitas un lienzo" y demás. Un poco rollo para alguien que no está metido en su secta Little Monster, pero desde fuera se ve incluso adorable. Ella lo maneja muy bien.

 

 

Hubo mención al 9N catalán, con un "Creo que mañana tenéis cosas políticas", por lo que bravo por Gaga por interesarse de verdad por las ciudades que visita.

Sus looks eran variados pero muy interesantes. Mucho plástico, mucho homenaje a sus looks anteriores, millones de pelucas y el famoso cambio de vestuario en directo. No había nada espectacular pero sí todo muy fiel a su estilo.

¿El mejor momento? Vamos a ser clásicos, pero el final con 'Gypsy' es de los momentos más emotivos e inteligentes de todo el concierto. Un mensaje más que manido pero 100% Germanotta.

Gaga lo ha vuelto a hacer. Ha reunido a media España y parte del extranjero y les ha hecho olvidarse de los problemas por una noche y salir con fuerzas renovadas. Si funciona, ¿para qué cambiar la fórmula? Sin que sirva de precedente: un Applause para Lady Gaga.

 

 

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