Barbara Bush sale en defensa de los transexuales
La difunta ex primera dama Barbara Bush cambió de opinión sobre los transexuales a los noventa años, según su nieta Jenna Bush Hager.
Barbara Bush, que estaba casada con el presidente republicano George H. W. Bush, murió en abril de 2018.
Su marido tenía un historial mixto en cuanto a los derechos de los LGBT+, sin mencionar ni una sola vez la palabra "gay" en los comentarios presidenciales y defendiendo su postura anti-matrimonial como protección de los "valores familiares".
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Pero el político, que fue presidente de los EE.UU. entre 1989 y 1992, pareció cambiar de opinión sobre los temas LGBT+ más tarde en la vida.
En 2013, él y Barbara Bush oficiaron la boda de sus amigos del mismo sexo en Maine, antes de la histórica decisión de 2015 del Tribunal Supremo que legalizó el matrimonio igualitario en todo Estados Unidos; y en 2015 George H. W. Bush dijo a su biógrafo que, aunque todavía creía en una "familia tradicional", había llegado a la conclusión de que "la gente debería poder hacer lo que quiera, sin discriminación... la gente tiene derecho a ser feliz".
En su nuevo libro Everything Beautiful in Its Time, Jenna Bush Hager ha revelado que su abuelo no fue el único Bush de mayor edad que cambió de opinión sobre los temas LGBT+ - después de una conversación durante el almuerzo con el historiador Tim Naftali, Barbara supuestamente cambió su opinión sobre las personas transgénero.
"Una de las cosas que aprendí de ella al escribir este libro es que cambió su punto de vista incluso a los 90 años", le dijo Hager a Andy Cohen en el programa Bravo's Watch What Happens Live.
Hager cuenta la anécdota del almuerzo de Barbara en octubre de 2015 con Naftali en un capítulo de su libro. Naftali también ha escrito sobre el almuerzo, diciendo que no esperaba discutir sobre Caitlyn Jenner y el nombramiento político de Sarah McBride, una mujer trans, por Barack Obama.
Barbara Bush inicialmente parecía no comprender el significado del nombramiento de McBride, o la relevancia de su identidad de género cuando se anunció, pero después de que Naftali compartió su propio viaje de salir del armario como un hombre gay, llegó a aceptar su importancia.
"No es una elección", le dijo entonces a Naftali. "Si una mujer de 90 años puede sentarse con el corazón abierto y escuchar y cambiar sus puntos de vista sobre cualquier cosa, todos podríamos hacer un trabajo un poco mejor", dijo Jenna Bush Hager.
En su libro, Hager escribe que "en estos tiempos, parece que la gente escribe credos de ciento cincuenta palabras y luego vive por ellos hasta que mueren. Nadie parece decir nunca, 'Tal vez no sé de qué estoy hablando', o 'Enséñame más'".
"Me encanta que ella no fuera así. Ella quería aprender."
