La Iglesia católica no puede bendecir las uniones entre personas del mismo sexo
El Vaticano ha dicho que la iglesia católica no puede bendecir las uniones entre personas del mismo sexo, ya que Dios "no bendice el pecado", frustrando las esperanzas de los católicos homosexuales que creían que el Papa Francisco podría haber creado un ambiente más abierto.
En respuesta a una pregunta formulada sobre si los sacerdotes pueden bendecir a las parejas homosexuales, la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), publicó un decreto en el que dice que tales bendiciones "no pueden considerarse lícitas". La respuesta fue aprobada por el Papa Francisco, que el año pasado apoyó las uniones civiles entre personas del mismo sexo en una entrevista para un documental.
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Aunque el decreto dice que "la comunidad cristiana y sus pastores deben acoger con respeto y sensibilidad a las personas con inclinaciones homosexuales", sus uniones no pueden ser bendecidas.
Según la enseñanza católica, el matrimonio entre un hombre y una mujer forma parte del plan de Dios y está destinado a la creación de niños. Dado que las uniones homosexuales no están destinadas a formar parte de ese plan, tales relaciones no pueden ser legítimamente bendecidas.
El documento continúa diciendo que "Dios no bendice ni puede bendecir el pecado", y añade: "Él bendice al hombre pecador, para que reconozca que forma parte de su plan de amor y se deje cambiar por él".
El documento no aclara quién envió la pregunta a la CDF, pero varios obispos y teólogos, especialmente en Alemania y Austria, han apoyado en los últimos años la bendición de las uniones homosexuales.
"Algunos libros también han defendido esas bendiciones y han ofrecido sugerencias de oraciones para hacerlo", dijo Robert Mickens, editor en Roma de la edición en inglés del diario católico La Croix. "Pero esto habría puesto muy nerviosa a la gente de los círculos más conservadores de la Iglesia, especialmente del Vaticano, y habría habido algunas personas arengando al Vaticano para que dijera algo al respecto".
Desde que fue elegido Papa en marzo de 2013, Francisco ha tratado de adoptar un tono más inclusivo hacia las personas LGBT en sus declaraciones públicas.
Poco después de convertirse en Papa, dijo en respuesta a una pregunta sobre los sacerdotes homosexuales: "¿Quién soy yo para juzgar?"
Sus comentarios en Francesco, el documental dirigido por Evgeny Afineevsky, marcaron la primera vez que apoyaba públicamente la concesión de derechos legales a los homosexuales dentro de las uniones del mismo sexo. Pero sus comentarios se referían al ámbito civil y no al de la Iglesia católica.
Aunque la respuesta de la CDF no es una sorpresa, Mickens dijo: "Parece curioso que la Iglesia, que está perdiendo números y dinero, busque formas de excluir a más gente. Hoy en día, la gente pertenece a la Iglesia por elección y no por algún tipo de reparo o miedo a ir al infierno".
