Condenan al hombre que asesinó a Scott Johnson 30 años después de su muerte
La familia de un matemático estadounidense asesinado en un local gay de Sydney en 1988 ha agradecido al juez una sentencia "justa", después de que su asesino fuera condenado a cumplir un mínimo de ocho años y tres meses entre rejas.
La jueza Helen Wilson determinó el martes que, en un acto hostil, Scott White había dado un puñetazo a Scott Johnson en North Head, en Manly, lo que provocó que Johnson cayera al vacío.
Wilson consideró que no había pruebas suficientes para demostrar a nivel penal que el asesinato fuera un delito de odio hacia los homosexuales, aunque fuera "muy probable" que estuviera motivado por la sexualidad de la víctima.
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El resultado pone fin a un largo calvario para la familia de Johnson, que ha perseguido la justicia durante más de tres décadas, negándose a creer una primera investigación policial que determinó que la muerte fue un suicidio.
El cuerpo de Scott Johnson fue encontrado en el fondo de North Head en Sydney en diciembre de 1988. Fotografía: Cortesía de Steve Johnson/ Policía de Nueva Gales del Sur
Hablando fuera del tribunal después de la sentencia, el hermano de Scott Johnson, Steve, también agradeció al asesino Scott White por mirar a los miembros de la familia y escuchar mientras hacían sus declaraciones en el tribunal.
"Vinimos a Australia esta semana y nos dieron la oportunidad de expresar en el tribunal lo que perdimos y el impacto que Scott White tuvo en nuestras familias... el impacto que tuvo en mi hermano... y el hermoso hombre que destruyó", dijo Johnson.
"Lo que obtuvimos esta semana fue equidad.
"Esta semana no hemos conseguido una compensación para Scott, pero lo que ha conseguido Scott ha sido dignidad".
La jueza Wilson dedicó más de una hora a explicar cómo había llegado a la sentencia de 12 años y siete meses con un periodo de no libertad condicional de ocho años y tres meses.
Descubrió que White había dado un puñetazo a Johnson en North Head, en Manly, lo que provocó que el joven médico cayera al vacío en las rocas, probablemente la noche del 8 de diciembre.
"[White] realizó un acto violento y ese acto es la causa directa de que el Dr. Johnson abandonara el acantilado aterrorizado", dijo el juez.
Wilson explicó que la agresión se había producido con una indiferencia temeraria hacia la vida humana, señalando que el puñetazo se produjo en lo alto de un acantilado sin vigilancia y que White nunca alertó a la policía después de que Johnson cayera.
Señaló que los factores atenuantes que le impidieron dictar una sentencia de cadena perpetua incluían la declaración de culpabilidad de White, su difícil infancia, los problemas de salud mental y el abuso de alcohol a largo plazo.
Mientras que la familia de Johnson esperaba que el caso se considerara un crimen de odio gay, la hermana Rebecca esperaba que sirviera de faro para otras familias que perdieron a hombres por la misma época en circunstancias similares, y que demostrara a la policía que valía la pena seguir estos casos décadas después.
"Siento que nuestro viaje ha arrojado luz sobre esa época", dijo fuera del tribunal.
"Hemos pasado tres décadas haciendo preguntas que no tienen respuesta y hoy siento que hemos tenido respuestas y hemos tenido justicia... para nuestro hermano y eso es para los hombres golpeados o asesinados en esa época".
El inspector jefe de la Policía de Nueva Gales del Sur, Peter Yeomans, que se hizo cargo del caso en 2018, elogió a los Johnson por su humildad y fortaleza a lo largo de tres décadas de penurias.
"Son notables", dijo Yeomans.
"Lo que han pasado en los últimos 30 años y [para] seguir teniendo la humildad aquí hoy de dar las gracias a la gente... nunca lo sabremos porque nunca hemos estado en esa situación. Son personas extraordinarias".
Sin embargo, la historia aún no ha terminado. Ya se ha presentado un recurso contra la condena de White después de que su equipo de defensa no lograra anular su declaración de culpabilidad en enero.
