El 93% de las personas LGBTQ+ quieren que se prohíba la "terapia de conversión" para todos
La prohibición de la llamada "terapia de conversión" para todos es apoyada por la gran mayoría de las personas LGBTQ+, según una encuesta.
Se pidió a los encuestados que clasificaran ciertos temas que afectan a la comunidad, y el 92,6% declaró que la prohibición total es "muy importante" para ellos, el 4,6% lo considera de "importancia media" y sólo el 2,8% cree que "no es importante".
Los resultados se producen después de la indignación generalizada por el cambio de rumbo del gobierno británico en la introducción de una prohibición total de la práctica, que ahora ha dado lugar a una versión suavizada de lo que se prometió originalmente y en la que los adultos seguirían pudiendo dar su consentimiento para someterse a ella.
Miles de personas piden a Rusia que prohíba la terapia de conversión
Justin Trudeau pide que finalmente se prohíba la terapia de conversión traumática
Por el momento, no se prevé que la legislación ofrezca ninguna protección a las personas trans, ya que el gobierno afirma que se necesitan "consideraciones diferentes" para ello.
Jayne Ozanne, presidenta de la Coalición para la Prohibición de la Terapia de Conversión y cristiana evangélica abiertamente homosexual que pasó por esta práctica durante 20 años, declaró que los "resultados subrayan lo unida que está la comunidad LGBTQI+ en el reconocimiento de la necesidad urgente de una prohibición total de las prácticas dañinas de la "terapia de conversión".
"Se trata de un asunto que nos importa profundamente y que demuestra lo alejado que está el Primer Ministro de las necesidades de aquellos a los que se supone que debe defender y proteger".
La "terapia de conversión" suele definirse como cualquier intento de cambiar la sexualidad o la identidad de género de una persona, a menudo con técnicas como la terapia de electroshock o la oración.
Ha sido ampliamente condenada por expertos y organismos sanitarios de todo el mundo, incluidos el Servicio Nacional de Salud y la Organización Mundial de la Salud, y algunos la comparan con la tortura.
Es la segunda vez este año que la mayoría de la audiencia ha expresado su apoyo a la introducción de una prohibición.
En febrero, otra encuesta reveló que el 88% de los encuestados quiere que el gobierno introduzca una prohibición total de la "terapia de conversión", mientras que el 12% está a favor de una parcial.
