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Tres cosas que la serie Merlí enseño sobre el VIH y el SIDA

DÍA MUNDIAL DEL SIDA

A punto de celebrarse el Día Mundial del Sida, la buena noticia es que el milagro de los tratamientos antivirales y de la PrEP significa que cada vez hay menos personas que contraen el VIH o que mueren por la enfermedad.

Sin embargo, se calcula que este año se infectarán con el virus 1,5 millones de personas en todo el mundo, muchas de las cuales desconocen su condición. Los grupos de hombres homosexuales de todo el mundo siguen siendo vulnerables.

El exitoso drama Merlí, en Netflix, abordó ese tema en su última temporada, uniéndose a programas como Es un pecado, Ángeles en América y El mundo real con Pedro Zamora en la configuración de nuestra comprensión del VIH.

El éxito en español del creador Héctor Lozano cuenta la historia de Pol Rubio (Carlos Cuevas), en el centro de un grupo de estudiantes de Philosophia y sus profesores en un instituto y universidad de Barcelona. A lo largo de cinco temporadas, se enfrentan a crecer y hacerse mayores, a través de la lente de los Grandes Filósofos.

Para el rompecorazones Pol, en la última temporada, eso significa enfrentarse a los peligros muy reales que el VIH sigue suponiendo para los hombres sexualmente activos que tienen sexo con hombres.

He aquí tres cosas que Merlí acertó en el diagnóstico de seropositividad, 40 años después del inicio de la epidemia de sida...

1. La conmoción y el horror

Pol es sexy e inteligente, alguien con quien todas las chicas quieren estar, y los chicos quieren ser como él, y en el universode Merlí, también quieren estar con él. Es un jugador y, a lo largo de la serie, pasa de tener relaciones con chicas y una semirrelación con el hijo de su profesor de filosofía a una identidad sexual más queer, pero en la clandestinidad. Justo cuando está aceptando su atracción por los hombres, se entera por una aventura de una noche de que ha estado expuesto al VIH, un año y medio después del hecho. Está seguro de que no está afectado: Es básicamente heterosexual y un top con otros hombres, y fuera del alcance de una "plaga gay".

Alerta de spoiler: una prueba de farmacia revela que es positivo, un escenario de pesadilla para el chico de oro del machismo, que está casi seguro de que el resultado es una sentencia de muerte.

2. El conocimiento es poder

A través del ruido del resultado de su prueba, Pol no escucha las garantías del farmacéutico de que el VIH es manejable con el tratamiento, y se ve consumido por la culpa y la vergüenza. Oculta el diagnóstico a su familia y amigos, y al joven de la universidad que le ayudará a reconciliar su masculinidad con su orientación sexual. Al mismo tiempo, consigue un trabajo en un cabaret gay local, donde el propietario, que ha bautizado al cincelado Pol como "Apolo", percibe el temor del estudiante de filosofía y comparte su propia experiencia al atravesar las guerras de la vida como hombre gay seropositivo. Todo saldrá bien, ha prosperado con el VIH durante años. Con esa conexión intergeneracional, "Apolo" llega a empatizar con los hombres que le precedieron, y empieza a ver su futuro con más claridad. Es brillante y está lleno de amor.

3. La PrEP no es la única precaución

Como resultado del propio éxito de las opciones de tratamiento y profilaxis del VIH, algunas personas sexualmente activas se han vuelto complacientes con la enfermedad, y sus efectos que cambian la vida. Algunos hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres no tienen acceso a la información sobre la PrEP. Pol se convirtió en seropositivo porque imaginaba que era inmune a un virus que no afectaba a personas como él. Se ha revelado que no utilizó preservativo en ese encuentro con un compañero sexy, y que no conocía el estado o los antecedentes de su pareja. El shock de su diagnóstico es en parte un reconocimiento de la falta de conciencia. Debe salir del armario ante su angustiado padre de clase trabajadora y sus amigos. También afecta a su relación con un hombre mayor y guapo del que se está enamorando: ¿Cómo puede alguien confiar en él después de haberse puesto en peligro?

Pero con el tiempo y con apoyo, Pol llega a perdonarse a sí mismo, y a reconocer su nueva realidad, con un nuevo amor que le acepta por lo que es.

Aceptar la responsabilidad de sus actos y su futuro es la clave para que Pol acepte vivir con el VIH. El tema del Día Mundial del Sida de este año, "Ponernos a prueba: Lograr la equidad para acabar con el VIH", es un recordatorio de que todos tenemos la responsabilidad de ayudar a eliminar las disparidades y desigualdades que crean barreras a las pruebas de detección del VIH, a la prevención y al acceso a la atención del VIH, y de hacer que el VIH sea algo digno de ser recordado.

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