'Asesinato salvaje y cruel' de una mujer trans provoca indignaci贸n en Colombia: 'Que la rabia nos movilice'
La muerte violenta de la mujer trans Sara Millerey González ha provocado indignación en Colombia, con el presidente Gustavo Petro llamando a su brutal asesinato un acto de "fascismo".
Sara Millerey González, una mujer trans de 32 años y activista que vivía en Bello, una ciudad en el noroeste de Colombia, fue asesinada durante el primer fin de semana de abril.
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Los informes locales detallan que el 4 de abril fue violada y le rompieron las piernas y los brazos antes de ser arrojada al arroyo La García.
Los informes también sugieren que sus últimos momentos luchando en el agua fueron filmados por vecinos y transeúntes, con clips compartidos en redes sociales en los días posteriores.
Según las autoridades, Sara Millerey fue rescatada del agua por bomberos y policías y transportada al hospital más cercano, pero murió debido a sus heridas el 5 de abril.
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En su cuenta de X, el presidente Petro describió el asesinato de Millerey como "fascismo": "Soy criticado por hablar sobre el nazismo. Sé perfectamente que el fascismo es la eliminación violenta de las diferencias humanas: libertad política, religiosa, étnica y sexual. Lo que sucedió en Bello se llama fascismo, porque hay nazis en Colombia."
Lorena González Ospina, alcaldesa de Bello, dijo en redes sociales que levantaba su voz para "condenar enérgicamente el asesinato de Sara Millerey", describiendo su muerte como un "horrendo acto lleno de odio".
"Sara fue brutalmente atacada, le rompieron los brazos y las piernas, y su cuerpo fue arrojado al río. Y es profundamente doloroso pensar que esto sucedió en medio de la indiferencia de tantos. No podemos permitir que la transfobia siga cobrando vidas en silencio," dijo Ospina.
"Nosotros, como ciudad y como gobierno local, tenemos una responsabilidad con la comunidad LGBTIQ+. Y hoy, desde el fondo de mi corazón, digo que no podemos permanecer en silencio.
"Exigiremos justicia para Sara, y seguiremos trabajando hacia una ciudad donde todas las vidas sean tratadas con dignidad y respeto. La transfobia mata. No más indiferencia, y no más silencio."
Ospina ha titulado sus publicaciones en Instagram sobre su asesinato con el hashtag '#JusticiaParaSaraMillerey'.
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En una declaración, la organización LGBTQ+ Caribe Afirmativo dijo que el asesinato de Sara Millerey no fue un incidente aislado sino "un síntoma. Un espejo. Un grito que nadie quiere escuchar".
"Esto no es solo un crimen. Es un reflejo enfermo de una sociedad que ha perdido su alma. Es la cara de un país que permite que sus hijas trans mueran frente a todos y nadie hace nada.
"Porque no se trata solo del acto atroz en sí, sino de todo lo que lo rodea: el silencio, la indiferencia, el abandono sistemático. Lo que se hizo a Sara no comenzó el día de su asesinato. Comenzó cuando se le negó un empleo digno. Cuando fue tratada como un objeto de burla en la calle. Cuando no se le reconoció como mujer en una institución. Cuando tuvo que defender su existencia, día tras día, sin que nadie la defendiera. El asesinato fue solo el final de una violencia constante."
"Que la rabia nos movilice"
El grupo continuó diciendo que, tras la muerte de Millerey, aquellos que están indignados deberían "dejar que la rabia nos movilice": "Debería hacernos sentir incómodos. Debería doler en nuestras entrañas. Debería llenarnos de ira. Pero no una ira ciega, sino una que organiza, moviliza y transforma.
"Porque los pronunciamientos ya no son suficientes. Los minutos de silencio ya no son suficientes. Necesitamos una respuesta política, ética y colectiva. Una que requiera una demanda de justicia, pero también una transformación profunda del tejido social."
"Por eso insistimos: no basta con estar indignados una vez al año. No basta con compartir un hashtag. Necesitamos una política de vida, de luto activo, de justicia trans. Necesitamos hablar, nombrarlas, recordarlas, defenderlas," continuó la declaración.
"Pero aún tenemos tiempo para hacer algo ahora. Para que sus muertes no sean en vano. Para que dejemos de normalizar el horror. Para que dejemos de contar nuestros muertos como si fueran números sin nombres ni historia. Tiempo de recordar. Tiempo de transformar la furia en acción. Tiempo de no permitir que el olvido gane de nuevo.
"Que esta vez, al menos esta vez, la historia no se repita en silencio."
