Cómo cambiaron las citas debido a la pandemia

La expansión del coronavirus coartó la posibilidad de mantener una vida social activa y obligó a las personas a desarrollar nuevas estrategias para conocer gente. Por este motivo, las páginas de citas gay y las aplicaciones dirigidas a conseguir pareja han experimentado un crecimiento importante el último año.

¿Para qué se utilizan las páginas de citas?

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Las páginas de citas no son nuevas, han sido una ayuda par quienes tienen mayores dificultades para conocer posibles parejas o encuentros sexuales esporádicos. Aún así, la tendencia es que se hayan utilizado para mantener relaciones muy superficiales, de un par de citas y ya. Esto se debe a la facilidad de conocer personas a través de una interfaz, sin tener un medio en el que se compartan cosas en común, sean hobbies, intereses o valores.

Es por esta particularidad del tipo de web de citas que en la mayoría de los casos, los vínculos no iban más allá que ese primer contacto. El mismo fin tenían las aplicaciones de citas. Estaban reservadas para coordinar encuentros casuales. Las relaciones serias se buscaban en otros ámbitos porque surgían en el espacio de trabajo o en el ámbito académico.

Esta clara diferenciación se diluyó durante la cuarentena. Las personas comenzaron a trabajar desde sus domicilios y a tomar clases de manera virtual. Por lo tanto, esos espacios que eran propicios para desarrollar vínculos sólidos desaparecieron.

En ese contexto, es normal que las páginas de citas hayan adquirido un rol extra: ahora son populares también para profundizar relaciones interpersonales, sea para entablar una amistad o parejas estables. Estas plataformas dejaron de ser consideradas como un lugar destinado exclusivamente a planificar encuentros sexuales y se volvieron un medio para conocer gente en profundidad.

Diferencias entre las citas tradicionales y virtuales

Los intercambios llevados a cabo en aplicaciones y páginas de citas no se limitan a los mensajes de texto o voz. Luego de varias horas de conversación, que a veces se prolongan por días, se suelen coordinar citas por videollamada. Estos encuentros se diferencian de las citas tradicionales en varios aspectos.

Son más relajadas

En las citas virtuales, es normal que las primeras impresiones hayan cambiado. La apariencia sigue siendo importante, pero, al estar online, son otros aspectos los que tienen mayor impacto. La   de expresión oral y la modulación, por ejemplo, son esenciales para la comunicación, en efecto, pero también es el medio con el que se mantiene el primer contacto.

Se centran en la cotidianidad

En las citas tradicionales en las que las personas no se conocen en absoluto, es común hablar de cuestiones generales como la profesión, los gustos y algunos proyectos. Suelen ser tópicos formales que, si bien son fundamentales para conocer a una posible pareja, no siempre son del todo agradables de traer a la conversación.

En las citas virtuales, estos temas ya fueron tratados previamente por chat. Por lo tanto, las conversaciones de las videollamadas giran en torno a hechos cotidianos que resultan más interesantes. Por ejemplo, preparar una comida puede volverse algo divertido en al que se generen interacciones que no se basen solo en el habla.

Las interacciones superan lo meramente discursivo. Es normal comenzar a compartir actividades en las citas virtuales. Pasaron de manifestar que les gustaba la pasta a filmar su cocina mientras preparaban la cena y de recomendar series a establecer un horario para verlas juntos.

Estos cambios generan vínculos cercanos y profundos con naturalidad. Antes podían tardar mucho más tiempo en ocurrir, ante la inmediatez que se suponía en primer lugar como único uso de las páginas de citas.

¿Qué ocurre con la sexualidad?

El interés de las personas por llevar a cabo encuentros íntimos de forma presencial varía dependiendo de las restricciones sanitarias del momento. La mayoría de la gente prefiere realizar interacciones de índole sexual por medio de la tecnología, hasta que mejore la situación epidemiológica.