Consejos para mantener una densidad capilar adecuada
Hablar de la densidad capilar es hablar de la cantidad de pelo que puebla nuestro cuero cabelludo. Para medir esta densidad, basta con acercarse a un especialista que valorará si dicha densidad está en los límites correctos, que son alrededor de 250 cabellos por centímetro cuadrado.
En el caso de no llegar a esta cantidad, estaríamos hablando de un problema mayor o menor de alopecia, que puede estar provocado por diferentes causas. En manos de los especialistas está el poder recuperar la densidad óptima de nuestro cuero cabelludo.
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Causas de la disminución de densidad
La pérdida de cabello y la consecuente pérdida de densidad capilar que ello supone, es un problema más habitual en hombres, pero también hay mujeres que lo sufren. Esta pérdida puede ser en un momento determinado, debido, generalmente, a épocas de mucho estrés, pero también puede ser algo continuo.
Además del estrés, la pérdida de cabello puede esconder la existencia de alguna enfermedad, una contraindicación de un medicamento, deberse a alguna causa genética o también debido al proceso natural de envejecimiento que sufrimos las personas al hacernos mayores.
Es evidente que algunos tratamientos, como los que se llevan a cabo contra el cáncer, pueden provocar la pérdida de cabello de manera casi total. En muchos casos, esta pérdida, una vez finalizado el tratamiento, puede recuperarse.
Lo cierto es que, si detectamos que este problema va a más, es importante acudir a un especialista que pueda ayudarnos a detectar la causa de esta pérdida de densidad capilar y ponerle remedio.
Cuidar de nuestro cabello
Los especialistas hablan de tratar de controlar los factores de estrés. Para ello, la práctica deportiva, la actividad física o la realización de actividades de ocio, o también meditar, pueden ayudarnos. También podemos introducir productos que no sean agresivos con nuestro cabello para la higiene capilar.
El uso de agua muy caliente en los lavados y enjuagados, o el uso continuo del secador de pelo también son factores que perjudican a nuestra salud capilar, puesto que las fuentes de mucho calor dañan nuestro cuero cabelludo.
Finalmente, una buena alimentación también es importante para la salud de nuestro cabello. Una dieta en la que abunden alimentos como las zanahorias, el salmón, los huevos, los aguacates o las ostras nos ayudan a mantener la salud de nuestro cabello y la densidad capilar.
Como muchos factores relacionados con la salud, el cabello requiere de una vida sana, en donde se evite, en la medida de lo posible el estrés, una buena alimentación y también una cierta actividad física. Porque el cabello también es un reflejo de nuestra salud y sufre las consecuencias de todo lo que vaya en contra de una vida sana. Y, es evidente, que también puede reflejar algún problema de salud.
En el caso de que, pese a seguir todos estos consejos, nuestra densidad capilar sea baja, es recomendable acudir a un especialista y ponernos en tratamiento para poder recuperar la salud de nuestro cabello. Si el problema es agudo, es posible que debamos recurrir a otros tratamientos como por ejemplo el implante capilar.