barra head

Las mujeres trans con las que Francisco compartió mesa: “Me dijo que no perdiera la fe, porque todos somos iguales ante los ojos de Dios”

El 11 de marzo de 2020, Don Andrea, un sacerdote en Torvaianica, Italia, se asomó a la calle y encontró una larga cola de personas que necesitaban ayuda. Muchas de ellas eran mujeres transexuales que se prostituían y enfrentaban grandes dificultades debido al cierre de las parroquias por la pandemia. Sin clientes, se encontraban sin dinero para comida ni medicinas. Andrea Conocchia, un cura que se dedicaba a ayudar a los más desfavorecidos, no había tenido contacto previo con mujeres trans. Para ayudarlas, contactó al limosnero del Vaticano, el cardenal Konrad Krajewski, quien rápidamente envió asistencia con dinero y alimentos.

Tres de estas mujeres trans, las colombianas Yuliana y Diana, y la uruguaya Marcela, compartieron su historia en la parroquia Beata Virgen Inmaculada. Huyendo de la violencia y la discriminación en Latinoamérica, establecieron una amistad con el papa Francisco, a quien conocieron durante tres años y lamentaron profundamente su muerte. Marcela recordó que cuando le confesó haber perdido la fe, Francisco le respondió que no debía permitir que eso sucediera, porque todos somos iguales ante los ojos de Dios.

La parroquia, con el apoyo del Vaticano, brindó ayuda a todas las personas que lo necesitaban. Las mujeres trans, al recibir apoyo, decidieron agradecer personalmente al Papa y escribieron cartas detallando sus historias. A través de una monja que conocía a Francisco, el Papa respondió de inmediato, expresando su deseo de ayudar a todas las mujeres en lugar de solo a cuatro. Esta monja, Geneviève, quien ha dedicado su vida a ayudar a los necesitados, fue fundamental en este proceso.

El limosnero quedó sorprendido por la atención que recibió este gesto, considerando que era parte del trabajo ordinario de la Iglesia durante un momento de crisis. Según el Movimiento Identidad Transexual, se estima que en Italia hay entre 7.000 y 8.000 migrantes trans en situación de prostitución, principalmente latinoamericanas.

El Vaticano ya apoyaba refugios para mujeres trans en Argentina, pero la experiencia en Roma comenzó en ese momento. Desde entonces, las mujeres han tenido encuentros regulares con Francisco, siempre en un ambiente de cariño y alegría. Sin embargo, expresan preocupaciones sobre el futuro, esperando que su legado continúe con el próximo Papa.

Padre Andrea con Diana, al lado de un pequeño altar de homenaje a Francisco montado en la Iglesia Beata Vergine Immacolata. Massimiliano Minocri

Francisco se involucró silenciosamente en la vida de estas mujeres. Tenía en su oficina la foto de Naomi Cabral, una transexual argentina asesinada, recordando las dificultades que enfrentan muchas de ellas. Marcela mencionó que algunas de sus amigas ya no están, y compartió la triste historia de Lili, otra compañera que fue asesinada en circunstancias brutales.

El sábado, un grupo especial de migrantes y personas trans recibirán el féretro del Papa en la Basílica de Santa María la Mayor, donde él eligió ser sepultado. La despedida que él deseaba. Además, las mujeres trans de Torvaianica celebrarán una misa en honor a su amigo Francisco junto a Don Andrea.

¿Y tú que opinas?

Nombre:

Categorías:

Noticias relacionadas