Li Ann Sánchez, activista trans e indígena a favor de los migrantes LGTBI en Estados Unidos: “Estamos viviendo una nueva era de transodio y xenofobia”
Li Ann Sánchez nació dos veces. La primera, hace 37 años, en la región chinanteca, entre Veracruz y Oaxaca (México); y la segunda, en Misisipi (Estados Unidos), después de un show de travestis donde interpretó a Selena, siendo bautizada por la comunidad queer y afroamericana como la “estrella” del lugar. Desde entonces, se le conoce como Li Ann Estrella Sánchez, activista que ha enfrentado la triple discriminación de ser mujer transexual, indígena e inmigrante.
En 2018, fundó Community Estrella, una organización dedicada a defender los derechos de los migrantes indocumentados, enfocándose en la comunidad LGTBI. Logró obtener su estatus de asilada en Georgia, siendo la primera mujer trans en recibirlo, y la residencia legal tras más de diez años en situación irregular. Entre 2009 y 2010 fue detenida por 30 días por posesión de hormonas adquiridas en una farmacia clandestina. Li Ann también ha sido trabajadora sexual y víctima de trata. “En Cancún, conocí a una señora que me prometió mucho dinero cuidando de una anciana. No sé cómo me cruzaron. Desperté en Texas, encerrada en un cuarto sin luz (...) Tuve sexo con otros jóvenes a punta de pistolas”, confiesa.
Pudo escapar y regresar a México, pero meses después cruzó nuevamente la frontera. Comenzaba el segundo mandato de Barack Obama, cuando las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) se multiplicaron. Fue detenida por segunda vez, con una felonía en su expediente.
Un activista exologista homosexual ha sido asesinado por la policía de Estados Unidos
El parque de Nueva York renombrado en favor de una activista
“Muchos inmigrantes cometemos el mismo error, porque desconocemos el sistema judicial estadounidense”, señala. Estuvo un año encarcelada, primero en el Atlanta City Detention Center, donde no sabían si acomodarla con hombres o mujeres. “Me criminalizaron por ser una mujer trans. Me vistieron de rojo, como a los criminales más peligrosos; me encerraron en aislamiento, me sometieron a chequeos invasivos; me rompieron la oreja y me mantenían medicada como a una enferma mental”, relata sobre el maltrato sufrido. En Georgia, a diferencia de California, no existen celdas para la población LGTBI ni suministro de terapia hormonal. “Nadie indocumentado la recibe y es uno de nuestros grandes reclamos”, añade.
Abogados de Immigration Equality lograron su libertad después de tomar su caso. “Salí de la cárcel con una enorme sed de justicia. Esos centros deben cerrar”, reclama. “Por años hice mi activismo con un grillete en el tobillo que les permitía saber todos mis movimientos, y sufriendo amenazas de que sería deportada”.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y sus políticas de inclusión han representado un retroceso para Sánchez y su comunidad. Según el proyecto Trans Murder Monitoring, entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, se registraron 350 asesinatos de personas trans y de género diverso en todo el mundo; el 70% en América Latina y el Caribe, mientras que en Estados Unidos, los crímenes de odio aumentaron de 31 a 41.
Pregunta. ¿En qué condiciones están trabajando las organizaciones que defienden los derechos de la comunidad trans y migrante en esta nueva Administración?
Respuesta. Estamos viviendo una nueva era de transodio y xenofobia. Sabemos que están investigando a todas las organizaciones que trabajamos a favor de los inmigrantes. Para cuidarnos, hemos decidido pausar nuestra página web. También estamos siendo cautelosas al hacer pronunciamientos. Cuando salimos a protestar, lo hacemos con mascarillas, gafas de sol y gorros. Pero seguimos en la lucha.
P. ¿Pausaron sus recorridos para informar a la comunidad migrante y LGTBI sobre sus derechos?
R. Con el esfuerzo de muchas organizaciones, conseguimos que la comunidad esté bien informada, pero los agentes del ICE han adoptado nuevas tácticas que dejan indefensos a todos. Te esperan en las esquinas, no importa cuánto tiempo tengan que esperar. No sé si los están vigilando por teléfono, pero eso está pasando en Atlanta.
P. ¿Tienen registros de detenciones y deportaciones de inmigrantes LGTBI en las últimas semanas?
R. Se han llevado a dos. Una mexicana fue arrestada en su casa y firmó su deportación. También registramos el caso de una hondureña, que fue llevada mientras hacía compras y decidió volver a su país.
P. Para muchas, el regreso a sus países de origen, supone un riesgo a su integridad y hasta su vida...
R. Así es. Lamentablemente, este fue el caso de nuestra colaboradora, Melissa Núñez, que fue deportada sin poder entrar a su país y fue asesinada poco después.
P. A pesar de su activismo y el asilo que recibe, ¿tiene miedo de salir a la calle ahora?
R. Sí, porque las órdenes ejecutivas cambian constantemente. Todo depende de cómo despierte el presidente. Capaz mañana decide que todas las trans se corten el cabello.
P. Ha luchado por el cierre de los centros de detención de migrantes, pero la agenda de Trump los está incentivando...
R. Formo parte de una coalición que sigue enfocada en conseguirlo. Se están invirtiendo millones en centros donde se violan derechos humanos. El Gobierno está pagando 110 dólares diarios por cada inmigrante detenido. Estas empresas se enriquecen y son apoyadas por quienes detentan el poder en Estados Unidos. Es un negocio planificado.
P. En medio de estas circunstancias, ¿qué programas siguen adelante en Community Estrella?
R. Seguimos con nuestro programa Salud y vida, que se encarga de temas como el VIH y el tratamiento hormonal; Vivamos en paz, para prevenir y atender la violencia y el bullying. También promovemos los derechos laborales de la comunidad trans; y mantenemos una casa comunitaria para ofrecer distintos tipos de ayuda, además de visitas a albergues y centros de detención para asesoría legal y psicológica.
P. ¿Teme que pierda fondos necesarios para operar estos próximos años?
R. Recibimos fondos de organizaciones más grandes y hemos aplicado a fondos federales, pero no podemos usar las palabras trans, queer o inmigrante. Debemos ser resilientes ante lo que viene.
P. ¿Cuál es su mayor anhelo desde que inició esta lucha?
R. Mi ciudadanía estadounidense.
P. ¿En serio?
R. Quisiera no tener que luchar por todo. Vivir sin miedo de lo que digo. Mi mayor sueño es vivir con dignidad.
