Hemos visto 'Torrente 4'. Nos ha gustado

Engatusados por el 'Conexión Samantha' que narraba el estreno de 'Torrente 4' nos fuimos al cine a pagar 11,90 euros por ver la cuarta entrega de la saga de Santiago Segura, todo un winner de la vida por mucho que digan de él. Más allá del típico "es un genio del marketing" diríamos que es un tio que aprovecha todo lo que muchos otros rechazan por prejuicios y por tener esa máxima en la cabeza de hacer "cine de calidad". La gente se empeña en exigir que todas las películas tengan un pretendido aire cultureta y tacha de cine malo lo que se sale de los esquemas. Hablando claro, 'Torrente 4' es una película de argumento básico, muy básico, pero lleno de cameos que mantienen el interés del espectador y también lleno de chistes que, una vez metido en la dinámica de la película, incluso te hacen reir.



Lo de los números lo vamos a dejar a un lado. Es la película más exitosa de la historia del cine español por detrás de 'Los Otros', que fue estrenada internacionalmente. Que todo el mundo vaya a verla no quiere decir que sea buena pero sí que es una buena bofetada a mano abierta para todos aquellos que dicen que el cine español está muriendo. Siguen pensando que la gente no ve una película por ser española y no es eso, la gente va al cine a ver películas que les seduzcan, independientemente de que sean españolas o no. ¿Por qué pretenden que la masa crítica vea 'Mapa de los Sonidos de Tokio' cuando si fuera una película inglesa sólo estaría estrenada en cines que proyectan en Versión Original? ¿Sólo porque es española? Vayamos con la película.



En 'Torrente 4' el flujo de cameos es la principal baza para mantener entretenido al espectador, de hecho, diríamos que el guión está escrito en base a los cameos que se iban consiguiendo porque todos tienen un papel muy concreto. Kiko Rivera no actúa mal, tampoco es para morirse, pero el papel de tontito lo borda. Belén Esteban, pues fatal, la pobre no es capaz de decir un papel de dos líneas, para que luego le digan que los escándalos los guioniza. ¡Qué valor! De lo más apetecible visualmente es la actuación de Yon Gonzalez. Mamma mia. Pues eso, que vayáis a verla, que es entretenidísima. Además, la sala se llena de gente con camisetas de Fito y los Fitipaldis y cosas así. Una experiencia interesante.