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Así recibieron a la reina del baile trans en un instituto de Kansas

"LA TRANSFOBIA SIGUE AHÍ, PENSÉ QUE NUNCA LLEGARÍA"

La reina trans del baile de bienvenida se enfrenta a la reacción transfóbica:

Una reina trans ha contraatacado desafiantemente al odio anti-LGBTQ+ al que se enfrentó tras ganar el título.

Tristan Young, de 17 años, dijo que no quiere "perder el tiempo" intentando ganarse a los transfóbicos tras ser coronada en el Oak Park High School, en Kansas, la semana pasada.

Ganó el título tras la votación de 1.500 compañeros.

"Estaba tan abrumada", declaró a The Kansas City Star. "Pensé que nunca iba a estar en esta posición".

Pero sus celebraciones se vieron casi inmediatamente truncadas por una reacción de derechas y antitransfobia de personas que intentaron enmarcar la victoria como que la escuela "rechazaba a [cuatro] mujeres".

En la red se publicaron mensajes en los que se criticaba el aspecto de Young, se la vilipendiaba por haber sido nombrada reina de la fiesta y se decía que los estudiantes que votaron por ella deberían avergonzarse.

Pero no por ello se ha sentido menos apoyada: "Me han dicho: 'Lo estás llevando con madurez'", afirma.

"Lo que pienso es: '¿De qué sirve defenderse?' No puedo hacer cambiar de opinión a nadie".

Incluso durante la propia fiesta de bienvenida, Young dijo que los estudiantes le habían informado de los comentarios negativos, a lo que ella respondió: "No quiero pensar en eso ahora mismo. Estoy en mi fiesta de graduación".

No soy una de esas personas, me gusta ser fuerte".

Su madre, Chari, dijo que la transfobia la preocupó inicialmente por su propia seguridad, así como por la de su hija, después de que los usuarios de Twitter amenazaran con arrastrar a Tristan fuera del campo "por [su] pelo" y darle una paliza.

Pero el apoyo abrumador que Young sintió en ese momento pesó más que cualquier comentario negativo.

"No soy una de esas personas... Me gusta mantenerme fuerte. No me doblego a menos que algo vaya realmente mal", añadió.

"Ahora mismo, lo que está pasando es que la gente intenta convertir algo alegre en algo de lo que debería arrepentirme. Pero va a seguir siendo algo alegre".

En cierto modo, todo lo relacionado con la ocasión ha unido más a los miembros de la escuela, añadió.

"Me ha felicitado mucha gente. La mayoría de la gente que he visto ha sido muy amable.

"Personas que iban a mi colegio, pero que yo no sabía que se preocupaban por mí, como un grupo de chicos del equipo de béisbol, comentaban: 'Te cubrimos las espaldas'.

"En ese momento, se me saltaron las lágrimas porque me sentí muy apoyada. Sentí: 'Esta escuela quiere que sea quien soy, y no quien otras personas quieren que sea'".

¿Y tú que opinas?

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