El 70% de los empleados LGBTQ+ siguen sintiéndose marginados en el trabajo
Mientras algunas empresas cambian sus logotipos por un arco iris con motivo del mes del Orgullo, un nuevo informe ha puesto de relieve las experiencias negativas que siguen sufriendo los empleados LGBTQ+.
Mientras continúa el mes del Orgullo, en el que las empresas celebran actos LGBTQ+ y expresan su apoyo a los miembros queer de la plantilla, un nuevo estudio revela que el 70% de las personas LGBTQ+ se sienten solas, incomprendidas, marginadas o excluidas en el trabajo.
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La encuesta, realizada por la plataforma de redacción EduBirdie, reveló que el 59% de los empleados homosexuales cree que su identidad obstaculiza su progresión profesional, el 44% ha tenido que dejar un trabajo por discriminación y el 45% cree que no le han ascendido por su sexualidad o identidad de género.
El informe también reveló que casi la mitad de los empleados homosexuales creen que los jefes no son buenos a la hora de concienciar sobre su lucha. El 15% de los encuestados afirma que los departamentos de RRHH y los jefes no resuelven los casos de discriminación, lo que lleva a más de uno de cada cinco, por término medio, a no denunciar los incidentes en el trabajo.
A pesar de los crecientes esfuerzos en favor de la inclusión, los datos mostraron que el 63% de las personas LGBTQ+ han sufrido discriminación en sus carreras profesionales.
Impacto en los empleados LGBTQ
Las consecuencias de la discriminación hicieron que casi la mitad de las personas LGBTQ+ experimentaran el síndrome del impostor en el trabajo, por temor a ser consideradas "contratadas por motivos de diversidad", y que el 45% evitara los actos corporativos por sentirse incómodo, mientras que el 51% modificaba su aspecto para pasar desapercibido.
El 30% de las personas LGBTQ+ están preocupadas por la posible discriminación a la que podrían enfrentarse si salen del armario en el trabajo, y el 23% teme por su seguridad "en la oficina".
Posiblemente, el resultado más alarmante de la encuesta fue que, mientras que una media de uno de cada tres trabajadores LGBTQ+ no se sentía cómodo declarando su orientación sexual a sus compañeros, al 40% se le reveló su orientación o identidad sin su consentimiento.
Avery Morgan, responsable de comunicación de EduBirdie, comenta los resultados: "A pesar de los avances en materia de derechos humanos de las personas LGBTQ+, el estigma social persiste. Uno de los mayores retos que deben afrontar las empresas es evitar el simbolismo y parecer poco auténticas en sus acciones.
"Los empresarios deben ser sinceros con sus decisiones de incorporar una mano de obra más diversa a la organización".
Los hechos hablan más que las palabras
Y la Dra. Jenna Brownfield, psicóloga especializada en terapia para personas LGBTQ+, afirmó: "Gran parte de la política en el trabajo tiene que ver con ser bien visto por tus supervisores y compañeros".
"Los empleados LGBTQ+ tienen que sopesar los riesgos de revelar su identidad en el trabajo, teniendo en cuenta cómo puede afectar a sus relaciones laborales, su promoción profesional y su seguridad en el empleo."
Añadió que los empresarios deben dar prioridad a creer y apoyar a las personas LGBTQ+ cuando denuncian discriminación, aunque parezca insignificante.
"Confía en que la persona LGBTQ+ sabe detectar la discriminación LGBTQ+ mejor que tú", aconseja Brownfield, "Los puntos ciegos se producen cuando asumimos que la discriminación LGBTQ+ no puede producirse en nuestro lugar de trabajo porque hemos cumplido alguna norma básica de DEI (diversidad, equidad e inclusión). Pero los hechos dicen más que las palabras".
Construir una cultura en el lugar de trabajo que desaliente y responda inmediatamente a cualquier tipo de declaración anti-LGBTQ+ fomenta la apertura y la humildad, continuó.
"Dice mucho que un lugar de trabajo se muestre abierto a recibir comentarios de que ha hecho algo mal".
Brownfield pidió, por encima de todo, más empleados homosexuales en puestos directivos y de toma de decisiones.
Cuanto más integrados estén los empleados LGBTQ+ en la cultura de la empresa, y no sean la única persona LGBTQ+, más se desarrollará un lugar de trabajo auténticamente integrador".
"Las personas LGBTQ+ no son un monolito. Un lugar de trabajo debe centrarse en construir relaciones genuinas con cada uno de sus empleados, en lugar de limitarse a afirmar ampliamente el colectivo LGBTQ."
