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El beso de The 1975 en Kuala Lumpur hace que se ordene "apagar el interruptor" en futuros conciertos en Malasia

INTERRUPTORES DE CORTE DE CORRIENTE EN LOS CONCIERTOS

El beso de The 1975 en Kuala Lumpur hace que se ordene

Al parecer, Malasia ha pedido a los organizadores de conciertos que introduzcan interruptores de corte de corriente en los conciertos después de que el líder de The 1975, Matty Healy, besara a su compañero de banda en el escenario de un festival en Kuala Lumpur.

El grupo indie recibió críticas después de que Healy besara al bajista de la banda, Ross MacDonald, en el escenario del Festival Good Vibes de Malasia en julio, y Healy afirmó que el incidente le llevó a ser "brevemente encarcelado".

Healy dijo en el escenario que había besado a MacDonald en protesta por las leyes anti-LGBTQ+ del país, afirmando que el hecho de que la banda tocara en Malasia había sido un "error".

La banda fue criticada por el incidente por activistas LGBTQ+ locales, que describieron el beso escenificado como "dar complejo de salvador blanco" y afirmaron que el incidente podría suponer un mayor escrutinio de la comunidad LGBTQ+ por parte de las autoridades malasias.

También hubo elogios para la banda por concienciar sobre la escasez de derechos LGBTQ+ en el país.

El viceministro de Comunicaciones y Asuntos Digitales, Teo Nie Ching, afirmó que las directrices se habían emitido como consecuencia directa de la banda británica, según informó The Star.

"El gobierno ha pedido a los organizadores de conciertos que corten el suministro eléctrico si se produce algún incidente no deseado", declaró el lunes 30 de octubre.

"Se trata de una nueva directriz tras el incidente. Esperamos que con directrices más estrictas, los artistas extranjeros respeten la cultura local", añadió.

Teo añadió que, según las nuevas directrices, también se comprobarían los antecedentes de los artistas extranjeros antes de que pudieran actuar en Malasia, y que las autoridades estarían presentes en los locales donde actuaran.

"Durante una actuación, nos aseguramos de que... el Departamento de Inmigración, Puspal, la policía y las autoridades locales estén en el lugar", añadió.

En Malasia, la homosexualidad es ilegal y se castiga con 20 años de cárcel. No hay leyes que protejan a las personas LGBTQ+ contra la discriminación o los delitos de odio, y las prácticas de conversión están muy extendidas.

Malasia fue nombrada el segundo peor país del mundo en materia de derechos de las personas trans en un índice mundial de 2023, mientras que Equaldex otorgó al país una calificación en materia de igualdad LGBTQ+ de tan sólo 16 sobre 100.

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