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La nueva serie policíaca The Diplomat rompe el molde de la representación queer

"VER UN PERSONAJE QUEER EN ESE CONJUNTO ES MUY REFRESCANTE Y AGRADABLE"

Dylan Brady explica por qué la nueva serie policíaca The Diplomat rompe el molde de la representación queer

La estrella de la nueva serie policíaca de Alibi, The Diplomat, habla de la subversión del género policíaco y de la representación de la comunidad LGBTQ+ en la pequeña pantalla.

No es frecuente encontrar un thriller oscuro y descarnado que se desarrolle al calor del sol mediterráneo. Sin embargo, el nuevo thriller de Alibi, The Diplomat, no tiene nada de ordinario, y menos aún su representación LGBTQ+ sin complejos.

Dylan Brady, conocido por su papel de Danny Tomlinson en Coronation Street, de la ITV, asume un papel muy diferente en la serie de seis capítulos, que sigue varios casos complejos que se desarrollan en el Consulado Británico en Barcelona.

La serie sigue a la diplomática británica Laura Simmonds (interpretada por Sophie Rundle), que trabaja con otros miembros de su equipo para ayudar a los británicos en apuros en el extranjero. Brady interpreta al brillante Carl Hyndley, que ha ascendido contra viento y marea hasta el puesto de vicecónsul y ayuda a proteger a los británicos cuando lo necesitan.

Aunque la mayoría de la gente estaría de acuerdo en que viajar a la "soleada y sexy Barcelona" por motivos de trabajo es motivo suficiente para participar, Brady afirma que también le entusiasmó la forma en que The Diplomat sacude el género policíaco. Junto a Dylan, la serie cuenta con Sophie Rundle, de Gentleman Jack, en el papel de Laura, y Serena Manteghi como su colega y amiga Alba Ortiz, que, según Brady, aportan una energía "joven y divertida" a un género dominado normalmente por "viejos hombres blancos".

Dylan Brady and Sophie Rundle in The Diplomat. (UKTV/Alibi)

"Ver un personaje queer en ese conjunto es muy refrescante y agradable", dice Brady.

"A menudo pueden parecer añadidos al final y no abordados realmente. Pero Ben [Richards, guionista y creador de la serie] se las arregla para encontrar una manera de hablar de la homosexualidad de Carl en relación con su trabajo, de una manera bastante matizada".

Brady señala una escena del quinto episodio en la que Carl se enfrenta a sus propios prejuicios y tiene que "soportar la incomodidad que supone cuidar de alguien que no comparte tus creencias". Es un momento conmovedor que va más allá de la representación simbólica, ya que cuestiona las complejidades de la identidad LGBTQ+.

Aunque The Diplomat no es una serie "intrínsecamente queer", Brady espera que impulse la representación LGBTQ+ en la pequeña pantalla.

"Como industria, creo que estamos viendo más detectives homosexuales al frente de series policíacas", afirma. Desde el debate de principios de 2010 sobre si Sherlock, de la BBC, era "queerbaiting" hasta la reciente serie de detectives de ITV The Long Call, con Ben Aldridge como detective explícitamente gay, el género ha recorrido un largo camino.

A menudo, los equipos que elaboran estos programas no pertenecen a la comunidad LGBTQ+", añade, "y es posible que en la pantalla haya una relación homosexual que parezca superficial, o que la identidad de género o la sexualidad de un personaje no estén entretejidas en la trama del programa".

"Como gay, no me levanto todos los días y pienso en el hecho de que soy gay. Pero al trabajar como cónsul en Barcelona, la gente va a venir de todas las formas y tamaños. Puede que te encuentres con gente que tiene ideas preconcebidas y prejuicios.

"Plantea cómo conciliar tu vida profesional y tu identidad. Y eso es lo que [Richards] ha conseguido hacer con tanta brillantez. La historia no sucede por la sexualidad de Carl, sino que es intrínseca a ella".

Brady conoce bien el concepto de narración auténtica. Como parte de Coronation Street -un programa con personajes LGBTQ+ que a veces fue controvertido- ha visto de primera mano cómo evoluciona la industria, especialmente en lo que se refiere al debate en curso sobre si los papeles LGBTQ+ deben ser interpretados exclusivamente por actores LGBTQ+.

"Creo que el movimiento hacia la autenticidad en la narración de personajes marginados es importante y necesario", afirma.

"Está muy bien elegir a un gay para un papel gay, pero si todo el equipo que ha montado la serie es hetero cis, el actor no puede aportar mucho.

"Además, cuando decimos que sólo los gays, lesbianas y bisexuales pueden interpretar esos papeles, en realidad estamos diciendo que sólo las personas que han salido del armario pueden hacerlo. Nos hemos acostumbrado tanto a poner toda una opinión en 240 caracteres online que hemos olvidado un poco el arte de la conversación."

Tal vez no haya mejor ejemplo reciente de la falta de matices en torno a este discurso que cuando la estrella de Heartstopper, Kit Connor, se vio "obligado" a declararse bisexual después de que sus fans le acusaran de queer-baiting, lo que, según Brady, le hizo "enfadar muchísimo".

"Somos seres humanos complejos. Como Harry Styles llevando un vestido, ¿no es ese el punto por el que luchan las personas LGBTQ+? ¿Que Harry Styles pueda llevar un vestido tanto si se anuncia marica como si no?".

Es una pregunta pertinente para su coprotagonista, Rundle, que ha sido anunciada como icono gay por su papel en Gentlemen Jack.

"Admiro su trabajo desde hace mucho tiempo", afirma Brady, que la describe como "llena de gracia, tontería y alegría". Dicho esto, señala, "también es muy buena".

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