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¿Qué pasó con Lana del Rey en el Vida Festival: la única visita de la artista a España?

EN VILANOVA I LA GELTRÚ

 

 Ian Dunham

Crónica de Lana del Rey en el Vida Festival: la única visita de la artista a España.

Nunca es tarde si la Lana es buena. Con casi dos meses de retraso, pero con la misma ilusión del primer día, os dejamos con la crónica del Vida Festival 2014.

 

Así fue el VIDA FESTIVAL 

 

Los pasados 2, 3, 4 y 5 de julio tuvieron lugar los conciertos de la primera edición del Vida Festival, con Lana Del Rey y Rufus Wainwright como principal reclamo.

Los cabezas de cartel fueron acompañados de M. Ward, Mishima, Hidrogenesse, Silvia Pérez Cruz y The Parrots entre otros, y actuaron repartidos en un total de 4 escenarios en un entorno privilegiado en medio de la naturaleza, concretamente al lado de la Masia d’en Cabanyes, en Vilanova i la Geltrú.

Al recoger la pulsera de acceso te encontrabas en la entrada del recinto, con un pequeño mercadillo que al atravesarlo te llevaba a la explanada donde estaban los dos escenarios principales y al “Bosque encantado”, una de las cosas que más enamoraban del recinto y detalles lumínicos que le daban una atmósfera especial: de bombillas colgadas entre las ramas de los árboles a focos que alumbraban levemente un claro en medio de la nada, o una bola de discoteca que reflejaba tonos azules cerca de la entrada a esta parte donde se encontraban los otros dos escenarios, más pequeños y también acompañados de una zona con tenderetes para descansar y comer desde un plato de arroz al curry a un kebab, o unas patatas fritas (espacio para dejar a los más pequeños entretenidos y cuidados por alguien incluido). 

Quizá uno de los fallos de este festival es el presentar la opción de comprar la entrada por días en su primera edición, y más cuando tienes a Lana Del Rey como estrella principal, lo que llevó a lo que era de esperar: actuando el sábado, dejó menos poblado el festival el viernes, y al día siguiente había decenas y decenas de fans de la artista acampados desde que se abrieron las puertas hasta que salió Lana a cantar (unas 7 horas de espera en total, entorpeciendo también a los fans de otros grupos que tocaban antes que ella, y motivo de bromas de otros artistas como Hidrogenesse que tuvieron la ¿mala suerte? de actuar antes que el plato fuerte).

 

 

Uno de los mejores momentos del viernes lo regaló Rufus Wainwright sorprendiendo a muchos que podían no conocerlo, acompañado entre otras cosas de su piano hizo que todo el mundo se quedara frente a él sin dejar de escucharle tocar y cantar. 

Mishima fue el último concierto de la jornada. 

El sábado Silvia Pérez Cruz junto a Raül Fernández Miró fueron también otra agradable sorpresa con su actuación en el Bosque Encantado, que no dejaba de atraer a la gente despistada que lo atravesaba durante su estancia en el escenario. Más tarde iba a ser el turno de Yo La Tengo en el escenario Estrella, envueltos por un público en el que abundaban las coronas de flores en las cabezas de los espectadores y camisetas con la cara de Lana del Rey estampada mientras esperaban a su diva.

Otra de las cosas buenas y de agradecer en este festival es que los conciertos en general no se solapaban, por lo que no tenías por qué perderte ninguna de las actuaciones de las jornadas, así que una vez acabada la actuación de Yo La Tengo empezó la de Hidrogenesse en el escenario contiguo, lidiando ya con los nervios y algunos gritos de histeria que provenían del escenario Estrella mientras se preparaban las proyecciones del siguiente concierto, el de Lana, o la iluminación, mientras los instrumentos se instalaban en el escenario y se hacían otras pruebas. Mal no se lo tomaron, y el concierto fue bien mientras se ganaban las risas de los asistentes con los comentarios-broma entre canción y canción referidos tanto a Lana como a sus fans.

Y llegó el gran momento. Tras una intro, arrancaba Lana Del Rey cantando Cola, una gran y agradable sorpresa que hizo enloquecer a las primeras filas y arrancar una sonrisa a los no tan fans conocedores de su discografía que estaban más atrás. Continuó con Body Electric, y cantó más temas como Carmen, Video Games, Summertime Sadness y National Anthem de su primer disco, para sorprender con tan solo dos de Ultraviolence: West Coast y el que le da nombre a su segundo álbum, aunque también ofreció un trozo a capella de Old Money, pedida a gritos por sus fans cuando preguntó sobre un tema que quisieran escuchar. Cerró con Born To Die manteniendo una voz al nivel de las expectativas.

Katie Stelmanis, The Parrots y Paus cerraron la noche en la que la afluencia fue considerablemente mayor. 

En resumen, el Vida Festival es un soplo de aire fresco a los recintos ubicados en parkings o zonas parecidas a descampados con una apuesta sobresaliente (y llena de vida, qué mejor para acompañar a ese nombre), así como también lo ofrece el cartel, que es también algo distinto a lo que se presenta normalmente. Eso sí, para la próxima edición quizá sería mejor idea ofrecer una entrada general y no dividida por días, y más si la duración no es tan grande como la de otros festivales como el FIB, BBK o Arenal Sound teniendo en cuenta lo celebrado dentro del recinto en sí, sobretodo si se trae a otro nombre internacional como es el de Lana Del Rey y que partirá la audiencia atrayendo a un público más concreto el día en el que se presenta. También es extraña la manera de promocionar el festival: si no hubiera asistido la cantante seguramente la mayoría de la gente no se hubiera percatado de la celebración del Vida, y es que la publicidad no ha sido muy grande, o no estaba donde tocaba.

La segunda edición ya cuenta con Andrew Bird como uno de los platos principales del cartel de 2015, y con esta presentación han dejado un gran sabor de boca que invita a repetir sin dudarlo.

  

¡Gracias a Ian Dunham por su crónica y sus maravillosas fotos!

 

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