El Vaticano mantiene su aprobación de la bendición de parejas del mismo sexo a pesar de las críticas

El Vaticano ha defendido la aprobación de la bendición de parejas del mismo sexo tras enfrentarse a las críticas de los obispos más conservadores dentro de la Iglesia católica.

A pesar de la aprobación del Papa Francisco el mes pasado, algunos miembros de la iglesia, en particular de estados africanos como Zambia, Malawi y Nigeria, se han negado a permitir que los sacerdotes practiquen bendiciones a personas del mismo sexo.

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Algunos han argumentado que la trascendental decisión del Vaticano contradice directamente la postura de la Iglesia sobre el matrimonio gay y la homosexualidad.

En respuesta a estas preocupaciones, el Vaticano emitió un comunicado el jueves (4 de enero) para asegurar a los opositores que se mantendrían firmes en su aprobación de las bendiciones a personas del mismo sexo, y animó a los que se opusieran a ello a tomarse un "largo período de reflexión pastoral", según The New York Times.

La declaración, emitida por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, también recordó a los interesados que la decisión de permitir las bendiciones a personas del mismo sexo no era un esfuerzo por "aprobar o justificar" las relaciones homosexuales, que siguen siendo consideradas pecaminosas a los ojos de la Iglesia, ya que las bendiciones aprobadas no son ritos formales y no pueden realizarse en relación con bodas o uniones civiles.

Por tanto, la decisión de bendecir a las parejas del mismo sexo no puede considerarse "herética, contraria a la Tradición de la Iglesia o blasfema".

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El Dicasterio reiteró que la "Iglesia no tiene el poder de impartir" bendiciones sobre uniones del mismo sexo, pero puede permitir que los sacerdotes estén más cerca de sus congregaciones permitiendo bendiciones informales.

"Todos tendremos que acostumbrarnos a aceptar que, si un sacerdote da este tipo de bendiciones sencillas, no es un hereje, no está ratificando nada ni está negando la doctrina católica", dice el comunicado, antes de añadir: "Aunque sean grandes pecadores".

Por otra parte, el Vaticano reconoció que, aunque los obispos no deben prohibir total o definitivamente que los sacerdotes concedan bendiciones a personas del mismo sexo, se debe actuar con "prudencia" en los países donde las relaciones entre personas del mismo sexo se consideran peligrosas.

"Si existen leyes que condenan el mero hecho de declararse homosexual con la cárcel y en algunos casos con la tortura e incluso la muerte, huelga decir que una bendición sería imprudente", reza el comunicado del Dicasterio.

Esta aclaración es la última medida del Papa Francisco para promover la aceptación del colectivo LGBTQ+ en la Iglesia católica.

El año pasado, el pontífice declaró que las leyes que penalizan la homosexualidad no sólo son "una injusticia", sino "un pecado".

En declaraciones a la prensa tras una visita a Sudán del Sur, el Papa Francisco dijo que tratar la homosexualidad como un delito era "un problema que no se puede ignorar", y añadió que las personas con "tendencias homosexuales" también son "hijos de Dios".

"Dios les ama. Dios les acompaña... condenar a una persona así es un pecado", dijo.