Los beneficios de la meditación y la atención plena

En medio de una cotidianidad convulsionada es necesario hacer una pausa para conectarse con uno mismo y ser más consciente de lo que nos pasa. Esta tarea es posible gracias a la meditación y la atención plena (también llamada mindfulness). Si bien ambos conceptos guardan relación y suelen confundirse, la verdad es que “la atención plena es un estado mental, emocional y físico, mientras que la meditación es una práctica para cultivar el mindfulness” (Nestle Family Club, 2023).

Teniendo claro que la meditación es el camino hacia la atención plena, entonces, hay que agregar que estas prácticas fomentan el entrenamiento para enfocarse en el momento presente. Ahora bien, ya que las dos actividades están unidas, los beneficios que proporcionan son similares. A continuación, algunos de los más destacados.

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Dominar la ansiedad y el estrés

Tal como se mencionó al inicio, el día a día trae consigo agitación y preocupación ante las acciones que hay que emprender y los deberes por cumplir. Esta conmoción hace que el cortisol (hormona que ayuda al organismo a reaccionar en los momentos de estrés) se produzca en demasía, trayendo como consecuencia efectos perjudiciales para la salud como la falta de concentración y la fatiga (lavanguardia.com, 2023).

Con la práctica de la meditación y la concentración plena se logra bajar los niveles de la mencionada hormona. Esto en virtud de que el enfoque está solo en lo que sucede en el presente y cómo están las emociones. Además, el cuerpo comienza a experimentar la reducción de la frecuencia cardíaca, el sueño mejora, hay un incremento de la creatividad y se adquieren habilidades para tener más tolerancia a la frustración.

Protegen el cerebro

Tanto la meditación como la concentración plena son beneficiosas para el desarrollo y protección del cerebro. Contribuyen a la producción de mielina —por lo tanto, hay mayor eficiencia en la transmisión de los impulsos nerviosos por las neuronas— y prolongan el envejecimiento, ya que influencian el crecimiento de los telómeros, los cuales, si se van acortando hacen que las células pierdan vitalidad; estos se encuentran en los cromosomas. 

Por otro lado, estas dos prácticas favorecen al mejoramiento del estado de ánimo y la relajación —tal como lo puede hacer un juego de casino como Lucky Haunter—, puesto que desconectan de los problemas y generan emociones positivas. Claro, la referencia a los juegos de azar es con base en el autocontrol para no caer en la ludopatía.

Optimizan las relaciones interpersonales

Cuando logra estar calmado y conectado con el presente, el individuo desarrolla mayor capacidad para expresarse y estar atento a los demás. Asimismo, la empatía se hace presente para fortalecer vínculos sin emitir juicios constantes sobre las demás personas. Esto parte del hecho de que la meditación, por ejemplo, propicia la autocompasión y la aceptación, valores que con toda seguridad, se trasladan a la relación con otros.

El viaje que se hace al interior de uno mismo resulta un descubrimiento fascinante que conlleva a estar más seguro de quién se es y de las habilidades para socializar. En consecuencia, la dependencia emocional queda de lado para dar paso a interacciones más sanas (lamenteesmaravillosa.com, 2023).

Desarrollan la inteligencia emocional

Otro de los beneficios de la atención plena y la meditación es el dominio propio, aspecto esencial para manejar los impulsos y las emociones desbordadas. Sabiendo que estas herramientas fomentan el autoconocimiento, se tiene que la inteligencia emocional sale a relucir al momento de enfrentar situaciones desafiantes, así que los conflictos y las malas actitudes disminuyen o desaparecen por completo.

No se trata de algo milagroso, son solo actividades que ayudan a encontrar y conectarse con la esencia del ser humano siempre que se ejecuten bien y constantemente. Sobre todo con la consciencia de que en el equilibrio y la paz individual hay evolución interna y externa.

Mejoran la memoria

La meditación promueve el mejoramiento de la memoria y la retención de información. Esto está aunado al equilibrio y la tranquilidad mental que se obtienen con la práctica diaria. Con la ausencia del ruido mental hay más espacio para concentrarse en lo que es realmente importante y, con ello, conseguir nuevos aprendizajes y recordarlos más fácilmente.

Abren paso a la felicidad

Tanto con la meditación como con la atención plena, la felicidad —como sinónimo de satisfacción y plenitud— está presente continuamente gracias a que los pensamientos sobre el futuro o los recuerdos de malas experiencias se minimizan. De esta manera, se tiene más neutralidad sobre la vida y las decisiones a tomar; por ende, el estrés y la ansiedad se regulan.