Mi marido y yo seguimos fuertes después de 15 años... menos el sexo. ¿Estamos condenados?

Hola ,

Mi marido y yo acabamos de celebrar 15 años juntos. Es una locura, porque los dos sólo tenemos 35 años. Nos conocimos cuando estábamos en la universidad, y formamos una conexión realmente sólida que ha perseverado todos estos años. Hace unos años nos casamos, para demostrar aún más nuestro compromiso. Hemos construido una vida cómoda juntos, compartimos los mismos valores e intereses, adoramos a nuestros dos perros y nos consideramos nuestros mejores amigos.

¿Qué pasa si mi novia tiene 14 años y yo 18?

¿Qué pasa si yo tengo 13 y el 15?

Sólo hay una cosa...

No tenemos sexo.

Como, nunca.

Sinceramente, no recuerdo la última vez, pero tiene que haber pasado cerca de un año o más. Sigo encontrándolo guapo y a menudo lo admiro a lo largo del día, pero no siento esa pasión ardiente que sentí una vez y, claramente, él tampoco. Llevamos bastante tiempo abiertos, así que no es que no estemos teniendo acción nunca. La tenemos. Sólo que no el uno con el otro.

Supongo que mi preocupación es que si nos permitimos seguir por este camino, ¿está condenada nuestra relación? Tengo miedo de despertarme dentro de otros 15 años y darme cuenta de que estoy casada con mi compañero de piso.

Amigo (sin) beneficios

Querido amigo con (sin) beneficios,

Lo primero es lo primero: quiero felicitaros por lo que parece una conexión sólida, fuerte y hermosa que ha seguido siendo significativa e importante a lo largo de los años, a pesar de haber encontrado formas no tradicionales de satisfacer vuestras necesidades. Parece que no sólo habéis logrado la longevidad, sino que también habéis cultivado una relación de pareja profunda y satisfactoria, que parece mucho más que ser "amigos" o "compañeros de piso".

Las relaciones no tienen por qué ser de una determinada manera. Hay todo tipo de dinámicas, arreglos y acuerdos escritos o no escritos entre los que elegir y, en última instancia, depende de cada pareja (o trío) decidir qué es lo que mejor les funciona.

Cuando llevas mucho tiempo con alguien (¡15 años es prácticamente una eternidad en años gay!), es natural que la atracción sexual entre las partes evolucione y cambie. Los seres humanos estamos programados para la novedad, así que no es exactamente sorprendente que no estéis saltando sobre los huesos del otro con la misma voracidad que lo hacíais cuando erais colegas de universidad. Afortunadamente, si miras más allá de los confines de la heteronormatividad, hay soluciones.

Claro que el sexo es una de las formas de conectar y experimentar la intimidad con otra persona, pero no es la única. Incluso cuando la "ardiente pasión" se desvanece, puede surgir algo aún más significativo. Compartiendo nuestras vulnerabilidades, viendo y comprendiendo a nuestra pareja incondicionalmente, y apoyándonos mutuamente en los momentos difíciles, se crean vínculos poderosos. Son estas cosas las que construyen una base sólida, más que cuántas veces a la semana lo hagáis.

Por suerte, como personas queer, tenemos la perspectiva única de que está bien diseñar nuestras vidas y relaciones de manera que funcionen para nosotros, en lugar de según las normas de la sociedad. Las relaciones abiertas y la no monogamia son muy comunes, ya que conservan lo que hay de especial en una pareja, a la vez que son realistas respecto a nuestros impulsos biológicos.

Por supuesto, la comunicación, la confianza y el respeto son componentes clave para que esto funcione. Ambas partes deben estar de acuerdo sobre la cantidad de sexo que tienen entre sí o fuera de la relación. Si no es así, tal vez esté justificada una conversación.

En otras palabras, si tienes menos relaciones sexuales de las que crees que "deberías" tener, pero ambos estáis de acuerdo con ello, quizá sea el momento de dejar de lado el "debería".

Mientras os acercáis a los próximos 15 años, os animo a seguir alimentando vuestro vínculo. Es fácil dejarse llevar por el ajetreo cotidiano, el trabajo, la rutina y las tareas domésticas, y hay que esforzarse para seguir conectados. Encuentren un momento y un lugar para compartir regularmente de forma significativa.

Claro, puede que seáis grandes "amigos", ante todo, pero eso no significa que "no haya beneficios" ¡Felicidades de nuevo! Me alegro por vosotros.