Polonia no permitirá adoptar a los gays
Las personas que viven en parejas del mismo sexo no podrán adoptar niños en Polonia ni siquiera como padres solteros, según una nueva ley anunciada el jueves por un partido nacionalista en el poder que ha hecho de las políticas antigay una parte importante de su plataforma de gobierno.
Es probable que el anuncio intensifique el enfrentamiento entre Polonia y la Unión Europea en torno a los derechos del colectivo LGBT, que según la UE deben respetarse en todos los Estados miembros, pero que Polonia considera una amenaza para su cultura católica romana y una cuestión puramente interna.
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El gobierno polaco anunció su plan de prohibición de las adopciones horas antes de que los legisladores del Parlamento Europeo aprobaran una importante resolución sobre los derechos de los homosexuales que se consideró un reproche directo a las recientes políticas de Varsovia.
Polonia ya permite que sólo las parejas del sexo opuesto o los solteros adopten niños. El cambio anunciado el jueves obligaría a las autoridades a investigar a las personas solteras que deseen adoptar, y a prohibirlas si conviven con alguien del mismo sexo.
"Estamos preparando un cambio en el que (...) las personas que conviven con una persona del mismo sexo no podrán adoptar un niño, por lo que una pareja homosexual no podrá adoptar un niño", dijo el viceministro de Justicia, Michal Wojcik.
Wojcik dijo que el propósito de la medida era proteger a los niños: "Se trata de la seguridad del niño, de su bienestar", dijo. Los activistas de los derechos LGBT dijeron que, en cambio, castigaría a los niños al restringir las adopciones.
"Hay que ser realmente un ser humano mezquino para negar a los niños un hogar, ya sea en una pareja del mismo sexo o heterosexual. Los niños merecen un hogar", declaró a Reuters el activista Bartosz Staszewski.
Las restricciones polacas a los derechos de los homosexuales, que están siendo imitadas en la cercana Hungría, son una de las cuestiones que han creado fricciones entre la UE y los gobiernos de derechas en el poder en esos dos países excomunistas. Bruselas también se queja de que Varsovia y Budapest han recortado la independencia de los medios de comunicación, los tribunales, las ONG y los académicos.
En los últimos dos años, más de 100 ciudades y zonas de Polonia se han declarado "zonas libres de LGBT". La UE ha respondido amenazando con retener algunos fondos europeos a dichas ciudades, que el gobierno polaco se ha ofrecido a sustituir.
La resolución del Parlamento Europeo, aprobada con 492 votos a favor frente a 141 en contra, decía: "Los derechos LGBTIQ son derechos humanos". Declaró que todo el territorio de la UE es una "Zona de Libertad LGBTIQ", una clara refutación de la denominación "libre de LGBT" utilizada en Polonia.
El partido gobernante en Polonia, Ley y Justicia (PiS), afirma que los derechos de los homosexuales son una amenaza para el estilo de vida tradicional en uno de los países más católicos de Europa. Sus críticos dicen que ha recurrido a la política del fanatismo para aferrarse al poder, sobre todo desde las elecciones del año pasado, en las que el presidente en funciones del PiS, Andrzej Duda, ganó por un estrecho margen con un llamamiento a los votantes conservadores que hacía hincapié en los mensajes antigay.
