Qué significa la victoria de los republicanos en el Senado de EEUU para las personas LGTB+
Después de que los republicanos obtuvieran la mayoría en la Cámara de Representantes de EE.UU., el avance de los derechos LGBTQ+ a través de la ley posiblemente se hizo más difícil.
El Partido Republicano obtuvo su 218º escaño en la Cámara de Representantes, lo que significa que, independientemente del resultado de otros escaños aún no convocados, tendrá una estrecha mayoría en la Cámara.
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Esto significa que los republicanos tomarán el control de los comités, dándoles el poder de dar forma a la legislación antes de las votaciones en la Cámara y el Senado. También decidirán qué proyectos de ley se presentan ante la Cámara.
Los demócratas han mantenido el control del Senado -la cámara alta del Congreso de los Estados Unidos- ganando 50 escaños, con un último escaño aún en juego.
Los republicanos ya han empezado a mover ficha con las leyes federales anti-LGBTQ+.
En octubre, Mike Johnson, republicano de Luisiana, presentó la Ley para detener la sexualización de los niños, cuyo objetivo es prohibir el uso de fondos federales para "la presentación de materiales de orientación sexual a niños menores de 10 años".
El proyecto de ley también permite a los padres demandar a nivel federal si un niño fue expuesto a tales materiales.
Se ha comparado con la ley "Don't Say Gay" de Florida, que se convirtió en ley estatal en marzo.
Si se aprueba, el proyecto de ley de Johnson tendría un amplio alcance, ya que escuelas, centros médicos y bibliotecas reciben dinero público.
En julio también se presentaron dos proyectos de ley destinados a afectar a la vida de las personas transgénero, según informó Reuters.
Una de ellas bloquearía la financiación federal a las universidades que permiten a las mujeres trans y cisgénero participar juntas en los deportes, y la otra permitiría a las personas transgénero demandar al personal médico que les ayudó en la transición cuando eran menores.
La Cámara de Representantes republicana terminará probablemente en un estancamiento
Con una mayoría tan estrecha -se prevé que sea de entre 218 y 223 escaños de 435-, los republicanos pueden tener dificultades para conseguir algo.
Las ausencias, las deserciones y las rebeliones podrían llevar a un estancamiento, y la naturaleza fracturada del partido republicano también podría resultar un problema.
Por otro lado, parece probable que el partido se una para bloquear la legislación progresista de Joe Biden, sobre todo en lo que respecta a los derechos de los transexuales, a los que los republicanos se oponen desde hace tiempo.
Es posible que permitan que se aprueben otros proyectos de ley centrados en el colectivo LGB: la Ley de Respeto al Matrimonio, diseñada para proteger el matrimonio entre personas del mismo sexo, fue aprobada por la Cámara en una votación bipartidista en julio.
Y cualquier legislación anti-LGBTQ+ que pase por la Cámara encontraría oposición en el Senado, donde los demócratas mantienen el control, y donde se necesita una supermayoría de 60 votos para ser aprobada.
Las personas LGBTQ+ ya han sido fuertemente atacadas por los republicanos este año.
En la legislatura estatal, se presentó un número récord de proyectos de ley anti-LGBT+ en los primeros dos meses y medio de 2022.
Se produce cuando el expresidente Donald Trump ha anunciado que se presenta de nuevo a la presidencia en 2024.
Durante su discurso de presentación el martes (15 de noviembre), Trump pareció apoyar el proyecto de ley de Johnson: "Cuando esté en la Casa Blanca nuestras escuelas dejarán de impulsar... la locura de género, o perderán toda la financiación federal".
En respuesta, la directora ejecutiva de GLAAD, Sarah Kate Ellis , tuiteó que Trump estaba usando "la misma retórica anti-LGBTQ" que en 2020.
"No funcionó entonces y no funcionará en 2024".
Esta semana, el Senado votó a favor de proteger el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, volverá a la Cámara para una votación final tras una enmienda de última hora para protestar contra la libertad religiosa.
El presidente Joe Biden se congratuló de la votación y animó al Congreso a "enviar rápidamente este proyecto de ley a mi mesa, donde lo firmaré sin demora".
