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¿Existen los límites del humor con el colectivo LGBT?

LOS LÍMITES DEL HUMOR

El CHISTE racista de Trixie Mattel que nos hace preguntarnos si ¿TODO VALE?

Vivimos en un mundo en el que la censura nos llega por muchos sitios. Nos llega mediante el gobierno del PP que tuvimos, que nos robó lo máximo posible hasta que los tumbaron en una moción de censura histórica. Ellos pretendieron controlar Internet, las redes sociales y hasta a la gente que se manifiesta legalmente.

También lo vemos con la homofobia en Rusia, que no solo es legal sino celebrada. Rusia apoya que se maltraten a los homosexuales ilegalizando cualquier tipo de muestra pública de homosexualidad, cualquier fiesta y, por supuesto, con su asqueroso silencio frente a la purga de homosexuales que está viviendo aún Chechenia

Y, cómo no, también lo vemos en Estados Unidos, donde la mayoría por los pelos (aunque no mayoría real) puso al gamberro de clase como delegado, es decir, a Donald Trump en la Casa Blanca, donde ha deshecho más que hecho y ha creado odio entre todas las personas que no sean cisgénero, blancas, y hombres.

Dicho esto, parece que la sociedad ha decidido involucionar y muchos se quieren unir a esta tendencia de pedir la censura contra absolutamente todo. Estas semanas hemos tenido dos ejemplos, uno en España y otro en Estados Unidos, donde se quiere reescribir el límite del humor a la vez que nos preguntamos (totalmente lícito) si realmente todo vale.

Empecemos por casa. Pantomima Full, humoristas de Internet, son invitados al programa de Movistar+ 'La Resistencia'. Hablando de televisión y cosas varias, deciden hacer una broma de lo más absurda y ridícula por el anuncio de GH VIP, el programa de Mediaset. La intención del duo era burlarse de la cadena de televisión. Vamos, el clásico rollo rancio hetero de persona que odia Telecinco y se cree superior, e incluso presume de haber dedicado tiempo a desintonizarla de casa. Nada nuevo bajo el sol ni nada que no hayamos visto miles de veces. Pero hubo algo diferente: bromearon con el VIH. Aseguraron que la nueva edición se llamaría GH VIH diciendo cosas tan "graciosas" como "si te lias con alguien, mejor que te hagas las pruebas" y demás tópicos del VIH y el SIDA como si nos encontráramos en los inicios de los 80 y fuéramos todos analfabetos.

¿Es un chiste de pésimo gusto? Por supuesto. ¿Desearíamos que no lo hicieran? Por supuesto, ya que no hacen más que perpretrar estereotipos y burlarse de una enfermedad que tiene un estigma aún hoy en día gracias a gente como ellos. Pero de ahí a pedir la censura nos parece una verdadera locura. No podemos estar defendiendo la libertad de expresión en Twitter un día y pedir que cancelen programas que no diferencian entre el buen humor negro y simplemente soltar barbaridades.

Lo que nos lleva al segundo tema en cuestión, que ha sucedido en Estados Unidos. Los Roast son eventos en los que famosos se reúnen para criticarse unos a otros, y lo hacen con humor, pero con una crudeza que difícilmente verás en televisión. Así que si a eso le unes el mundo drag, tienes una bomba explosiva.

Esta semana se filtró un vídeo de hace meses en el que Trixie Mattel, ganadora de 'RuPaul's Drag Race All Stars 3' dijo lo siguiente sobre su compañera Latrice Royale, una drag queen negra:

"¿Os gusta mi vestido? Es 100% algodón, lo ha cogido Latrice"

Estas palabras han desatado la histeria en Estados Unidos, por la referencia a la esclavitud y a como los afroamericanos tenían que vivir recogiendo algodón en los campos. Muchísima gente ha intentado "cancelar" a Trixie, algo que se lleva mucho en Twitter y demás foros, pero ha abierto un debate sobre dónde está el límite. La propia Latrice ha tenido que salir a pedir a la gente que se relaje, porque ella no se ha sentido ofendida y está harta de que la gente le diga cómo se tiene que sentir.

Muchos han recordado la ironía e hipocresía de no mencionar los chistes sobre el holocausto de Bob The Drag Queen, otra ganadora del programa, que bromeó sobre dos de sus compañeras drags judías entrando a una cámara de gas.

El colectivo LGBT ha tenido que aguantar mucho, pero si algo nos define, por encima de muchas otras cosas, es la valentía, y en la valentía no solo está el quejarse y darle voz a los que no tienen, sino a saber reírse de todo y entender la clave del humor negro: el momento elegido.

En el caso de Pantomima Full, un programa de televisión privada puede no ser la mejor plataforma para hacer ese tipo de humor, pero es algo en lo que tú puedes colaborar de la mejor forma posible: dejando de pagar a Movistar si es tu línea de Internet. En el caso de Trixie Mattel es aún más claro: los Roast tienen lugar en teatros y se pide que no se grabe porque el humor fuera de ese contexto se puede malinterpretar, como lógicamente se ha hecho.

Por lo tanto, tenemos que hacer un ejercicio de introspección para entender que no todo el humor nos puede gustar, que tenemos el derecho a criticar todo lo que queramos y cagarnos en ellos, pero la censura como solución debería ser el último recurso como, por ejemplo, sucedió con el Partido Popular, que no se iba del gobierno ni siquiera demostrándose que nos robaban cada día. Esa es la gente con la que debemos enfadarnos de verdad.

¿Y tú que opinas?

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