El EuroPride continúa en Belgrado a pesar del rechazo del presidente de Serbia
El EuroPride ha prometido desafiantemente acoger el evento en Belgrado, incluso después de que el presidente de Serbia afirmara que se había cancelado.
Para la comunidad LGBTQ+ de Serbia, la celebración del EuroPride en la capital en septiembre pretendía ser una forma de celebrar la diversidad y presionar por más derechos en este país profundamente conservador.
La "vergonzosa" prohibición del EuroPride en Serbia
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Sin embargo, el presidente de Serbia, Aleksandar Vučić, afirmó que el EuroPride no se celebrará en medio de la creciente tensión con Kosovo, según dijo en una conferencia de prensa en Belgrado el sábado (27 de agosto).
El líder del nacionalista Partido Progresista Serbio dijo a los periodistas: "El desfile del Orgullo que estaba programado para el mes de septiembre será pospuesto o cancelado, o como sea que se llame ese milagro, no importa.
"No podemos en este momento, cuando tenemos los Balcanes abiertos y la crisis en Kosovo y Metohija que no terminará al menos hasta el 31 de octubre, no tenemos ningún progreso, no tenemos dónde movernos. Tenemos que ocuparnos de la energía, y de la sequía, tenemos muchas crisis".
Dijo que la primera ministra Ana Brnabić en nombre del gobierno "explicará todo de acuerdo con la ley", según la cadena de televisión Nova S.
Pero el EuroPride no se cerrará pronto, según la presidenta de la Asociación Europea de Organizadores del Orgullo (EPOA), Kristine Garina.
"El Presidente Vučić no puede cancelar un evento ajeno. El EuroPride no se ha cancelado ni se cancelará", dijo el activista letón.
"El EuroPride de Belgrado no se cancelará y reunirá a miles de personas LGBTI+ de toda Europa con personas LGBTI+ de Serbia y de los Balcanes occidentales en general".
Garina señaló una carta de Brnabić a la OEP en 2019 en la que apoyaba la candidatura del Orgullo de Belgrado para acoger el EuroPride.
"El gobierno que dirijo se compromete a garantizar el pleno respeto de los derechos humanos y de todos los ciudadanos y por ello nos comprometemos a ayudar al equipo organizador del Orgullo de Belgrado para garantizar una organización segura y exitosa del EuropPride en Belgrado en 2022", escribió entonces.
Prohibir un evento del Orgullo, dijo Garina, violaría el compromiso de Serbia con el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
"Aparte de la ilegalidad de tal prohibición, hay que señalar que quienes se oponen al EuroPride en Belgrado están utilizando viejos tropos, inexactitudes y francas mentiras para desacreditar lo que es, de hecho, una celebración de los derechos humanos y la igualdad", continuó.
"Dicen que estamos en contra de los valores familiares cuando todos nosotros venimos de una familia y muchos de nosotros tenemos nuestras propias familias. Dicen que somos unos maltratadores de niños cuando todos nos mantenemos firmes en contra de todos los malos tratos a los niños".
El EuroPride, un festival de casi un mes de duración, se ha celebrado casi todos los años desde 1992, cuando Londres, Inglaterra, acogió por primera vez el evento.
El Orgullo de Belgrado ganó el derecho a acoger el EuroPride en una votación aplastante de la EPOA, el homólogo europeo de la asociación InterPride, en 2019.
Pero la idea de que se celebre en suelo serbio ha provocado años de reacción, con manifestantes que asaltan las calles de Belgrado y altos líderes religiosos que piden ataques armados contra los asistentes al Orgullo.
El activista serbio-británico Nik Jovčić-Sas considera que las tensiones son mayores que nunca mientras Vučić arrastra al país cada vez más a la derecha.
Desde que Vučić ganó la presidencia en 2017, la calidad de la democracia serbia ha caído de "libre" a solo "parcialmente libre", según Freedom House, un grupo independiente de investigación de derechos.
"Vučić simplemente está complaciendo a la extrema derecha, que se opone violentamente al EuroPride. Es difícil saber si se trata de algo serio o de una simple maniobra política: el presidente no puede prohibir una reunión pública, solo la policía tiene ese poder y aún no lo ha hecho", dijo Jovčić-Sas.
Si el presidente encuentra la manera de hacer que los sueños de los serbios LGBTQ+ de ser anfitriones del evento se derrumben, Jovčić-Sas espera que la reacción sea rápida.
"No permitiremos que se comprometan nuestros derechos humanos fundamentales", dijo.
