El Orgullo 2025 transforma las calles madrileñas en una fiesta por la igualdad
Madrid fue escenario este sábado de una marcha del Orgullo LGTBIQ+ que reunió a miles de personas —cerca de un millón según los organizadores—, en una jornada donde pasado, presente y futuro se entrelazaron. La manifestación, que recorrió las principales calles de la capital, conmemoró los 20 años desde la legalización del matrimonio igualitario en España, una fecha clave para los derechos del colectivo.
En la cabecera de la marcha solo estuvieron dos miembros del Ejecutivo: la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la ministra de Sanidad, Mónica García. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, no acudió al evento.
Bajo el lema “20 años avanzando en derechos: ni un paso atrás”, los asistentes celebraron los logros obtenidos desde 2005, cuando España se situó entre los países pioneros en la defensa de los derechos LGTBIQ+. Sin embargo, también se hizo hincapié en los desafíos pendientes, especialmente ante el auge del discurso de odio y los intentos de retroceso que se observan a nivel mundial.
Así lo subrayaron desde la Federación Estatal LGTBI+ (FELGTBI+) y COGAM, entidades organizadoras de la marcha. Paula Iglesias, presidenta de FELGTBI+, destacó que el respaldo social al colectivo ha crecido desde la aprobación del matrimonio igualitario. “Pese a quienes quieren presentarnos como una amenaza, lo cierto es que somos mayoría quienes defendemos la diversidad, la igualdad y el respeto”, afirmó al inicio de la movilización, donde participaron alrededor de un centenar de colectivos y 47 carrozas.
Por su parte, Ronny de la Cruz, presidente de COGAM, alertó sobre el auge de discursos reaccionarios y de odio, que —según advirtió— siguen en aumento en todo el mundo. Citó como ejemplo las políticas de Donald Trump, quien eliminó medidas de inclusión en su país, y las del presidente argentino Javier Milei. “Son gobiernos que pretenden relegarnos al armario, invisibilizarnos”, denunció.
No obstante, también destacó la capacidad de respuesta de la ciudadanía. Recordó el reciente Orgullo en Budapest, donde miles de personas desafiaron las restricciones impuestas por el primer ministro Viktor Orbán. “El arcoíris terminó superando la censura, dejando claro que no hay vuelta atrás”, concluyó.
Más allá del matrimonio igualitario: los retos que aún persisten
El Orgullo de Budapest también ha tenido su eco en Madrid, donde se han visto banderas de Hungría y pancartas en solidaridad con la situación que vive el colectivo LGTBI+ en aquel país. Muchos manifestantes han expresado su preocupación ante la posibilidad de que las políticas represivas de líderes como Viktor Orbán o Donald Trump puedan replicarse en España.
"No podemos permitirnos retroceder. Hay que resistir ante el odio que nos señala y amenaza, especialmente con el auge de la derecha y la ultraderecha", advierte Miguel del Olmo, director de la asociación In Género, centrada en la atención a personas víctimas de trata y prostitución, un ámbito donde las mujeres trans tienen un peso significativo.
Aunque se han cumplido 20 años desde la aprobación del matrimonio igualitario, quienes han salido a las calles coinciden en que aún queda mucho camino por recorrer. Entre las principales demandas está el desarrollo efectivo de leyes ya vigentes, como la ley trans y la ley LGTBI+. Además, los organizadores han reclamado un pacto de Estado que frene los discursos de odio y han insistido en la necesidad de eliminar el llamado "sexilio", para que nadie se vea obligado a abandonar su hogar por ser quien es. "Queremos que cada persona pueda vivir libremente en su tierra", ha afirmado Paula Iglesias.
A pesar de los avances logrados, muchos participantes consideran que el mensaje de igualdad no ha calado lo suficiente en la sociedad. Ángeles, una de las manifestantes, lamenta que aún persista una gran desigualdad en la visibilidad dentro del propio colectivo. "Se habla mucho de los hombres gays, pero seguimos sin ver suficiente representación de otras identidades, como las mujeres lesbianas. Hace falta más visibilidad lésbica", reivindica.
El Orgullo LGTBI 2025 en Madrid concluye con 200 detenidos en cuatro días, principalmente por robos y hurtos
La celebración del Orgullo LGTBI 2025 en Madrid se ha saldado con 200 detenciones en el transcurso de cuatro días, desde el miércoles hasta la madrugada del domingo, según datos del operativo desplegado por la Policía Nacional y la Policía Municipal. Solo entre la tarde del sábado y la madrugada del domingo, coincidiendo con el gran desfile, se realizaron 42 arrestos. Fuentes policiales detallan que únicamente cinco de los detenidos eran menores de edad.
La mayoría de las intervenciones están relacionadas con robos de teléfonos móviles y hurtos de carteras o monederos, realizados al descuido en medio de las aglomeraciones. También se reportaron arrestos por delitos más graves, como robos con violencia, tenencia ilegal de armas, tráfico de drogas y dos agresiones sexuales. En una de ellas, un hombre fue arrestado tras tocar de forma inapropiada a una trabajadora.
Durante los dos primeros días del evento ya se habían contabilizado más de un centenar de detenciones, una cifra que marca un récord preocupante en comparación con ediciones anteriores. Según fuentes policiales, algunos delincuentes aprovecharon la gran afluencia para actuar con impunidad: en una intervención específica, se incautaron diez teléfonos móviles en poder de tres personas que habían estado operando en la zona de Chueca durante toda la noche.
En cuanto a la seguridad en los espacios públicos, los escenarios instalados en plaza de España y Chueca fueron desalojados sin incidentes tras la finalización de los conciertos. Cerca de allí, en la calle Princesa número 1, la Policía Municipal irrumpió de madrugada en una discoteca tras recibir sospechas de venta de "cocaína rosa". Al intentar acceder, los agentes fueron obstaculizados por el director del establecimiento, quien llegó incluso a escupir a uno de ellos. Este fue detenido por obstrucción a la justicia.
El dispositivo sanitario también estuvo activo durante el fin de semana. Solo en la tarde-noche del sábado, se atendieron a más de 120 personas, con más de 30 traslados hospitalarios, aunque ninguno de gravedad. Las causas principales fueron mareos debido al calor, caídas accidentales, intoxicaciones etílicas y episodios de ansiedad. Para ello, se movilizaron 250 profesionales del Samur-Protección Civil.
En lo que respecta a la limpieza, se recogieron más de 400 toneladas de residuos gracias a un despliegue de 1.400 operarios y cerca de 600 vehículos de apoyo.
Pese a los incidentes, la celebración del Orgullo ha supuesto un fuerte impacto económico para la ciudad. Solo el sector de la restauración ha generado cerca de 168 millones de euros, de los cuales 108 millones provienen del gasto de visitantes procedentes de fuera de la Comunidad de Madrid, según datos de Hostelería Madrid. En total, se estima que el Orgullo LGTBI deja en la capital unos 560 millones de euros, consolidándose como uno de los motores económicos del turismo estacional en la ciudad y superando las cifras del año pasado.
