Las nuevas masculinidades, decir adiós a la masculinidad frágil: el fútbol de hombres
España vivió hace unas semanas uno de los hitos deportivos más importantes de su historia. La selección femenina de fútbol ganó el mundial en su tercera participación en el torneo. Y lo hizo venciendo en la final a una de las grandes potencias en este deporte: Inglaterra.
Tristemente, como todos hemos podido comprobar, esta hazaña ha quedado muy opacada por el lamentable comportamiento del presidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales. El máximo mandatario del fútbol, además del famoso beso a Jenni Hermoso, también realizó gestos muy inapropiados en el palco, con la presencia de la Reina Letizia y la Infanta Sofía a su lado.
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Una vez que se armó el escándalo, Rubiales protagonizó días más tarde un acto que ya le supuso la caída total en desgracia. Afirmó que el beso con Hermoso había sido consentido, prometió renovaciones y subidas de sueldos a sus empleados y expresó, casi a gritos, que no iba a dimitir.
La prensa, uno de los impedimentos para el progreso social
Mientras tanto, la prensa es otro componente que resta más que suma. Hasta que el fútbol femenino no se ha alzado frente a estas prácticas, los medios de comunicación se mostraban muy tímidos en su mayoría. Y junto con la prensa también aparecen portales como MundoMarte, donde explican básicamente cómo ser un buen hombre. Un hombre de verdad. De los que tienen caspa. De los rancios.
Son portales que surgen al calor de las ideas ideologías de odio promovidas desde los partidos de derecha, y que se alimentan de todos esos jóvenes (y no tan jóvenes) que ven peligrar sus privilegios con la llegada del feminismo y el movimiento LGTBIQ+. Son webs con mensajes un poco marcianos para lo que hoy en día estamos acostumbrados, pero que amenazan con crecer y reforzar los comportamientos normativos.
Por poner un ejemplo, en esta web explican por qué no es buena idea masturbarse. La publicación repasa un completo listado de beneficios no fap, entre los que destacan disfrutar de un mejor sexo (eso sí, con mujeres, no vaya a ser...). Es curioso porque, si hay algo positivo que se puede rescatar del artículo es que masturbarse puede ayudar a dejar de ver porno, que es otra industria donde se cometen muchas vejaciones frente a la mujer.
Sirvan el caso de Rubiales, las reacciones que se produjeron durante esos días y el ejemplo de este portal masculino para poner de manifiesto un concepto que ya comienza a ser muy popular, el de la masculinidad frágil. Cuando Rubiales en la Junta Directiva acusó al falso feminismo de crear problemas en España, muchos de sus colaboradores comenzaron a aplaudirle, entre ellos los dos seleccionadores de los combinados nacionales.
Este hecho pone de manifiesto que en el fútbol, el masculino, está rodeado de un aura de masculinidad tóxica, o frágil, que impide que se naturalicen comportamientos que están totalmente integrados en la sociedad, como por ejemplo la homosexualidad.
¿Qué es la masculinidad frágil?
La masculinidad frágil es un concepto que se asienta en la idea de que los hombres que muestran sus sentimientos son más débiles. No pueden llorar, no pueden tener gestos de cariño hacia sus seres queridos y, por supuesto, no pueden tener gustos que se alejen de lo que se espera de un hombre.
En el fútbol hay ejemplos muy sonados de este tipo de prácticas. Algunos futbolistas, aunque son muy contados, como Borja Iglesias o Aitor Ruibal, junto con su compañero Héctor Bellerín, han mostrado un cierto interés por otras disciplinas como la moda o han reflejado cierta preocupación por movimientos sociales.
Y la respuesta por parte del mundo del fútbol, sobre todo de los aficionados, es muy negativa cuando los resultados no acompañan. Así, Borja Iglesias si se pinta las uñas para denunciar la homofobia, o si decide renunciar a la selección por el comportamiento de los dirigentes, recibe numerosas críticas cuando su desempeño sobre el césped no es el que esperan los seguidores.
Otro futbolista que ha recibido muchas críticas por su actitud es Isco. Al jugador malagueño, más allá de haber pasado unos últimos años a un nivel muy bajo, se le recriminaba que su caída de protagonismo era consecuencia de la influencia que tenía su pareja, Sara Sálamo, sobre él.
Sálamo, que es una reconocida defensora de los derechos de las mujeres, era la única responsable de la caída en desgracia de Isco. La opinión generalizada, por tanto, era que Isco se comportaba como un blando, y no sabía poner a su mujer en su sitio y volver a hacer cosas de hombres.
¿Se puede acabar con esta masculinidad tóxica en el fútbol?
Los futbolistas citados, así como algunos otros, sirven de esperanza para creer que el mundo del fútbol puede cambiar. No obstante, la realidad sigue siendo tozuda. Volviendo a Rubiales, a pesar de que prácticamente toda España considera que sus actitudes y su comportamiento son totalmente reprochables, su caída solo ha llegado cuando la FIFA ha tomado cartas en el asunto.
Es decir, la FIFA, que organizó en mundial de fútbol en Qatar, actúa frente a este caso. La esperanza, insistimos, está en que lo ha hecho porque está abriéndose una nueva ola en este deporte.
Rubiales y la RFEF han puesto una vez más de manifiesto que la sociedad (en términos generales) está rodeada de un machismo imperante, donde sigue faltando mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres, o entre los colectivos con menos privilegios (diferentes orientaciones sexuales o personas racializadas).
