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Una mujer trans podría ir a prisión por vestir con ropa de mujer

MALASIA PIDE SU DETENCIÓN POR DESPRECIAR AL ISLAM

Una mujer trans se enfrenta a años de prisión por cargos crueles por llevar ropa de mujer

Se insta a Tailandia a no extraditar a una activista y empresaria trans a su país de origen, Malasia, donde podría ser encarcelada durante años por llevar ropa de mujer.

La empresaria de cosméticos Nur Sajat, de 36 años, huyó del país en enero tras ser acusada de infringir la sharia por llevar un vestido en un acto religioso en 2018.

Ahora se enfrenta a tres años de prisión por el delito, que supuestamente supuso un "desprecio" al Islam. Los medios de comunicación malayos también informan de que se la busca como víctima y testigo en otro caso de fraude.

El tribunal dictó una orden de detención en febrero después de que no se presentara a una vista, y desde entonces Sajat está huida.

La policía malasia declaró el lunes (20 de septiembre) que Sajat fue detenida por las autoridades tailandesas el 8 de septiembre por tener un pasaporte no válido. Fue acusada de delitos de inmigración y puesta en libertad bajo fianza.

Se entiende que ahora busca refugio en la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Los medios de comunicación locales informaron de que tiene previsto buscar refugio en Australia, pero la amenaza de deportación pende sobre ella mientras permanezca en Tailandia.

Phil Robertson, subdirector para Asia de Human Rights Watch, dijo que Sajat ha obtenido el estatus de refugiada y que no debería ser devuelta bajo ninguna circunstancia.

"Necesita ser enviada a un país que ofrezca protección de derechos, no perseguida por ser LGBT que es lo que ocurrirá si es enviada a Malasia", tuiteó el lunes.

Thilaga Sulathireh, cofundador del grupo activista transgénero malayo Justice for Sisters, declaró al Straits Times que la "continua persecución contra Nur Sajat representa el clima de represión contra las personas LGBT en Malasia".

Los malayos homosexuales se enfrentan habitualmente a la discriminación en virtud de las estrictas leyes islámicas del país, que penalizan cualquier forma de sexo anal u oral con hasta 20 años de prisión y la flagelación obligatoria. Los cambios propuestos en el código penal podrían hacerla aún más opresiva en el futuro.

"La policía debe abandonar inmediatamente todas las investigaciones y el acoso contra Sajat", dijo Sulathireh a la AFP.

Las autoridades malasias no mostraron ningún signo de hacerlo, ya que instaron a Sajat a entregarse en una conferencia de prensa el martes (21 de septiembre).

"Por muy inteligente que sea la ardilla al saltar, al final volverá a caer a la tierra. La policía, junto con el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Fiscalía General, está trabajando en la extradición de esta persona", dijo el comandante Datuk Seri Abd Jalil Hassan, según informó The Star.

"Sin embargo, también aconsejo a este individuo que vuelva a casa 'de buena manera' para que los casos que se están enfrentando puedan seguir adelante".

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