Conoce a los activistas que han dedicado años a luchar por la libertad de Britney

Los activistas de Free Britney dicen que su lucha no terminará cuando la estrella sea liberada de su tutela: "La gente tiene que rendir cuentas".

Junior Olivas lloró de alegría cuando el padre de Britney Spears fue finalmente retirado de su tutela en septiembre.

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Fue un momento redentor para Junior, que ha pasado años luchando incansablemente para que la mujer cuyas canciones le habían impactado tanto volviera a tener el control de su vida.

"No dejaba de pensar: 'Britney debe estar tan extasiada ahora mismo, el peso que se ha quitado de encima'", dice Junior . "Para empezar, ella nunca quiso estar en esto y nunca quiso que él se viera involucrado. Personalmente, siento que el sistema judicial le ha fallado".

"Me alegré mucho de que, por fin, la escucharan. Nos estaban escuchando. No puedo esperar a que Britney se libere de todo este asunto".

Fue una ocasión trascendental para Britney - pero también fue un momento notable para los fans detrás del movimiento Free Britney, que ha pasado años llamando la atención sobre el controvertido acuerdo legal bajo el que ha estado viviendo desde 2008.

A estas alturas, la historia está muy gastada: tras sufrir lo que parecía una crisis de salud mental en 2008, Britney fue puesta bajo tutela por los tribunales. Ese acuerdo significaba que su padre y un equipo de personas tenían un importante control sobre su vida, desde sus finanzas hasta sus decisiones personales.

Ese mismo año se estrenó el documental de MTV For the Record, y los fans se preocuparon al instante cuando la oyeron hablar de que se sentía "encarcelada". Pero luego todo pareció calmarse para Britney. Su carrera fue viento en popa y parecía feliz y contenta.

Todo cambió en 2019 cuando el podcast Britney's Gram compartió un mensaje de voz supuestamente de un asistente legal que afirmaba que Britney había sido obligada a ingresar en un centro de salud mental contra su voluntad. Los fans estaban horrorizados - y Junior sabía que tenía que tomar medidas.

Los activistas de Free Britney fueron tachados de "locos" y llamados "teóricos de la conspiración

En cuanto escuché el mensaje de voz, lo supe, no lo dudé, supe que necesitaba ayuda", dice Junior, "de hecho, fui una de las primeras personas que ayudó a organizar la manifestación "Free Britney". Para ser sincero, no sabía lo que estaba haciendo, sólo sabía que ella necesitaba ayuda. Reunimos a unos 15 fans y nos dirigimos a un juzgado cualquiera".

La protesta, y el movimiento Free Britney que nació de ese momento, no cayó bien. "Por supuesto que nos llamaron locos, pero nos lo esperábamos", dice Junior. "A partir de ahí, cada día de los últimos tres años he estado muy involucrado".

Durante mucho tiempo, el movimiento Free Britney fue tratado como una especie de broma -Jamie Spears y su equipo legal se refirieron a ellos como "teóricos de la conspiración"- y nadie parecía tomarse el asunto en serio. Pero poco a poco, con el paso del tiempo, la marea empezó a cambiar - y entonces llegó el momento que lo cambió todo.

En junio, el mundo escuchó a Britney pronunciarse por primera vez contra su tutela en una comparecencia virtual ante el tribunal. Calificó el acuerdo de "abusivo" y afirmó que se le había negado el derecho a casarse con su novio Sam Asghari y formar una familia con él.

"No estaba seguro de que Britney tuviera la oportunidad de hablar públicamente y de que pudiéramos escucharla, porque todo ha estado sellado durante muchos años", dice Junior. "La forma en que se desarrolló para que el mundo la escuchara en sus propias palabras decir todo lo que hemos estado gritando durante años - oh, Dios mío, fue reivindicativo. En cuanto Britney habló, supe que era el punto de inflexión. Supe que era el principio del fin de esto".

La lucha de Britney pone de manifiesto el problema de las tutelas: 'Le puede pasar a cualquiera'

Para Amanda Eck, otra de las activistas involucradas en el movimiento Free Britney, también fue un momento impactante: "Se me rompió el corazón todo el tiempo, pero en el momento en que habló del DIU, me puse a llorar de rodillas", cuenta (Britney ha alegado que su tutela le prohibía quitarse un DIU, o dispositivo anticonceptivo, para poder intentar tener un bebé).

"Esta mujer que sé que me enseñó a mí y a nuestra generación a abrazar su sexualidad y a no avergonzarse de ella ahora no tenía derechos reproductivos, y eso no me gustó nada".

Las razones de Amanda para involucrarse en el movimiento "Free Britney" son muy personales. Ha sido fan de la música de Britney desde que tenía cinco años, pero fue el lanzamiento de Crossroads lo que realmente cimentó su amor por la cantante.

"Me crió un padre soltero: mi madre nos dejó el verano anterior a que Britney triunfara. Así que escuchaba los grupos de mi padre, y él decía: 'Necesitas tu propio gusto musical'. Así que veíamos la cuenta atrás de TRL y él me mostraba quién era popular en ese momento, y me decía: 'Elige uno, cualquiera. Me enamoré de Britney, y él me compró su CD y sus muñecas y trató de ayudarme a desarrollar mi propio gusto musical.

"Luego, dos años después, protagonizó Crossroads, y en esa película su madre la dejó".

Amanda ya tenía una profunda conexión con Britney y su música cuando la cantante fue puesta bajo tutela en 2008. Más tarde, cuando se filtró el buzón de voz de la asistente legal, Amanda sintió que debía actuar, y tenía razones personales para hacerlo. Su propia bisabuela también había sido puesta bajo tutela.

"Cada caso de tutela es diferente, pero mi bisabuela, la situación en la que se encontraba también era abusiva", explica Eck. "Eso realmente me empujó a ser ruidosa y vocal al respecto, porque si le puede pasar a Britney, le puede pasar a cualquiera".

Desde entonces, Amanda -que vive en Kansas- ha volado tres veces a Los Ángeles para participar en concentraciones de Free Britney y mostrar su apoyo a la cantante.

"Estoy muy orgullosa de Britney por haber podido hablar por fin. Creo que ha conseguido transmitir todos sus puntos y estoy muy orgullosa de ella", dice Amanda. "Ha sido un torbellino".

Desde entonces, Britney ha dado las gracias a sus fans por luchar por su libertad. Amanda se emociona cuando se le pregunta qué sintió al ver a su ídolo agradeciendo la solidaridad del movimiento Free Britney.

"Britney no me debe nada a mí ni a nadie en este momento, pero ¿recibir un agradecimiento? Eso era todo lo que quería", dice, "Fue un sentimiento de orgullo, estoy muy contenta de que ella conozca el amor".

"No se trata de su música y, sinceramente, probablemente nunca lo ha sido. Su música es estupenda y su actuación es un plus, pero creo que nos enamoramos de ella por cómo es. Es tan amable y dulce. Fue simplemente estar orgullosos de que reconociera lo mucho que la queremos y lo mucho que deseamos que sea feliz haciendo lo que sea que quiera hacer con su vida".

Amanda espera ahora que se conceda a Britney la plena libertad y que se ponga fin a la tutela en la cita judicial del viernes (12 de noviembre).

"Quiero que haga lo que quiera, ya sea casarse y tener más bebés, pasar tiempo con sus hijos, lo que sea. Pero también quiero, de verdad, que la gente rinda cuentas por las cosas que hizo, porque no está bien".

"La lucha no va a terminar si sólo es liberada, porque quiero ver a la gente respondiendo a algunas preguntas".